Vuelan como abejas los buitres de la corrupción, sobornos, especulación y el agiotismo

Desde hace más de cincuenta años se construyeron las principales obras de infraestructuras productivas para impulsar el desarrollo de la Producción Nacional y del crecimiento sano de la Economía Dominicana.

El crecimiento sostenido de la economía durante los últimos tres lustros, bajo las administraciones peledeistas, es impulsado por los motores de los préstamos tomados en el extranjero, una demanda inducida por el aumento del despilfarro, la improductividad y mala calidad del gasto público; una demanda agregada por el consumo de la población haitiana; las turbinas de una economía paralela y soterrada de actividades ilícitas; la monopolización de las principales actividades comerciales y la concentración de las riquezas en pocas manos; como contrapartida, el empobrecimiento masivo y acelerado de las clases media y pobres del país..

Por esas razones, crece la economía pero como no existe una justa redistribución de las riquezas, la mayoría de los dominicanos carecen de oportunidades de trabajos productivos, de un nivel de vida decente; no crecen, ni sienten, ni padecen el ritmo del crecimiento económico que con bombos y platillos anuncia la Gobernación del Banco Central.

También por esas razones la población más pobre y necesitada carece de buena educación, buenos planes y atenciones de salud; Seguridad Socia, Seguridad Ciudadana, buenas fuentes de empleos, viviendas decentes, etc.etc.etc.

Paradójicamente mientras más crece la economía, más se amplía la brecha entre ricos y pobres, porque el modelo económico es excluyente y discriminatorio, estimula la mala redistribucion de les riquezas donde el 8% de la población absorbe el 87% del crecimiento y el grueso  92% de la población restante se distribuye tan solo el 13% del cacareado crecimiento económico.

El modelo económico de los gobiernos del PLD es tipo feudal y tiene un solo objetivo: endeudar el país y cargar de impuestos a los vasallos para enriquecer al vapor a su feudal cafila política-empresarial que controla todos los concursos públicos, acapara los principales contratos, las obras y compras del Estado, etc….

Esa cafila politica-empresarial también disfruta de exhorbitantes privilegios como exoneraciones, excenciones, concesiones, prebendas y canonjias en perjuicio del mismo Estado y de los demás agentes económicos y contribuyentes en general que pagan sus altos impuestos religiosamente, con muchos sacrificios; y además tienen que competir en condiciones desiguales en el mercado.

El Modelo Económico del Partido de la Liberación Dominicana está diseñado para promover el desorden, la atmósfera de la Corrupción, donde vuelan como abejas los buitres del Soborno, la Especulación y el Agiotismo.

Este cáncer en la economía nacional hay que extirparlo antes de que haga metástasis en todo el cuerpo social, con  una cirugía sin anestesia, cortar a sangre fría el tejido podrido con un buen bisturí y un cirujano dispuesto a casarse con ls Gloria para producir el casmbio.