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La República Dominicana se ha caracterizado como el reino de las oportunidades desperdiciadas. Y no aparecen demasiados motivos para afirmar que esta vez pueda ser distinto a pesar de la gravedad de las dificultades que dejará la pandemia.
Van algunos datos. Ya se da por hecho que más de la mitad de los dominicanos se encontrarán a fin de año más pobres, por debajo de la línea de la pobreza y que la caída del PBI será de más de 6 puntos.
No vale la pena comparar con otros países.
La R.D. viene de dos años de precampaña, y ocho años de estancamiento y devaluación baja de su moneda. Además, la diarrea de préstamos recibidos y venta soberanos, impide acceder a cualquier financiamiento barato que no sea imprimir papeles cuyo valor cae apenas salen de la máquina.
Por otro lado, el Lic. Luis Abinader nos dice que hay esperanzas, que «estamos condenados al éxito y a salir de pandemia».
El arraigo en el imaginario colectivo de un país rico capaz de recuperarse de cualquier desatino sigue vigente. Pero hay otra.
En la R. Dominicana, la impunidad se cumple más que las condenas.
Ese procurador independiente que lleve a justicia a la élite en poder será promesa o borrón y cuenta nueva, porque las clases económicas, no se suicidan, me dicen los oligopolios del país.
Ante ese panorama vuelven a cobrar vigencia libros y ensayos sobre la necesidad de destrabar antinomias que impiden romper con más de medio siglo de decadencia.
Este Julio 6 a las 11 de la noche, se dará un boletín con 20% de resultados y muchos apuestan a tendencia de un «empate hegemónico» por «la paridad de fuerzas de los grupos de interés» y ahí está el gran problema dominicano. Conflictos nunca saldados que no permiten concretar ningún proyecto de desarrollo sustentable. El indetenible péndulo nacional jamás descansa.
Un balotaje en julio 26, gastándose 12 mil millones más en estas terribles elecciones, traerá más deuda al gobierno que surja en agosto y endeudarse, apretar cinturón y más impuestos son las salidas transitorias, hasta salir del hoyo.
Por eso, gane quien gane, la rigurosidad del trabajo y productividad es la meta de todos, en este extenso período analizado; y con la diversidad de los gobiernos involucrados (muchos que no quieren identificarse con el polisémico término populista, llamado clientelismo político en Quisqueya) esto no termina.
Seguiremos aportando conceptos, herramientas y bases que ameriten algo más que el debate de la solución propuesta.
Sorprenderá y lo veremos en el nuevo congreso a formarse en agosto 2020, que algunos funcionarios lamenten la falta de apoyo de los opositores perdedores a ciertas medidas, sin revisar la forma en la que se presentan, o la ausencia de incentivos para respaldarlas, más allá de la razonabilidad de esas políticas.
Por eso la lección que aprendí en estas elecciones fue que las encuestas no miden la consistencia del capital político de nadie. Solo son una polaroid del humor social. Volátil.
Respétese; dele valor a su voto, vote por el mejor, no por el que le convenga a Ud. o ¿será lo mismo?
johnsanchez44@hotmail.com
Este 5 JULIO el 20% y el dia 6 el 200% computado, JCE o lo haces bien, o pierdes credibilidad mundial, CUIDADITO
Error. Este 5 de julio tarde en noche, se dará 1er boletín, Gracias WJ/am escribieron mi nombre correcto, les debo una etiqueta negra, de mi nombre, Ja ja..