Trump, entre la imputación y la condena

Donald Trump, un millonario de nacimiento, que después de haber creado su propia gran fortuna económica decidió incurrir en la política aspirando a la presidencia  de la nación más poderosa del mundo, lo cual logró con la ayuda de los Rusos,  en las elecciones del  2016.

Desde un principio su presidencia se perfiló como de  incertidumbre porque nadie sabía a ciencia cierta qué era lo que iba  a  hacer, y que resultó en una gestión nacionalista, elitista y autoritaria, hasta el punto de que puso en peligro la misma democracia de su país cuando intentó desconocer los resultados de las elecciones del 2020.

Trump  abusó el sistema económico, político y financiero de Estados Unidos poniendo siempre sus intereses por encima de la ley, de la democracia y de las instituciones, provocando que sectores que creen en el sistema democrático como forma de gobernar se pusieran de acuerdo para investigarlo y descubrir todas las diabluras que había hecho en perjuicio del mismo sistema que le permitió hacerse billonario y hasta llegar a ser presidente de la nación sin ser un político de carrera.

Mientras desempeñaba el cargo de presidente Donald Trump hizo cosas que ningún presidente había hecho como fue el de destituir al jefe del FBI por no haber accedido a seguir sus recomendaciones en una investigación federal contra un cercano colaborador suyo, así como también haber presionado al gobernador de Georgia para que cambiara los resultados de las elecciones es ese estado y de esa manera impedir que  Joe Biden consiguiera los votos necesarios para convertirse en el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.

Pero donde Trump voto la pelota fue cuando convocó a sus seguidores a la casa blanca y luego de pronunciar un incendiario discurso los envió al capitolio para impedir que el congreso certificara la victoria de Biden como presidente de la Unión Americana.

Mucha gente perdió incluso la fe en el sistema  democrático norteamericano debido a que un hombre pudiera violar y burlar la constitución, las leyes y las instituciones que dan sostén al sistema de aquel gran país sin consecuencias de ningún tipo.

Hoy la realidad es diferente debido a que, aun siguiendo un protocolo muy difícil y lento, la justicia ha decidido que Trump tendrá que enfrentar cargos en una corte y demostrar que es inocente de todo lo que le imputa.

El que conoce la forma de funcionar de la justicia norteamericana sabe lo difícil que es llegar hasta ese punto con un expresidente, por lo que se puede afirmar que de ese proceso Trump no saldrá libre porque las evidencias son irrebatibles aunque tenga los mejores abogados de la Unión Americana.

El ejemplo debe ser claro y contundente para aquellos que usan el sistema democrático para ascender al poder y una vez en la cima se colocan por encima del mismo sistema para imponer sus intereses personales y de grupo a los intereses nacionales, a las leyes y a la misma constitución y las instituciones que la representan.

Esperemos los resultados para volver sobre el tema.

jpm-am