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OPINIÓN: Medio siglo de tres episodios históricos
En “Trujillo: Monarca Sin Corona”, obra del autor de esta columna que ha tenido notable y calurosa aceptación en el seno del pueblo dominicano, refiriéndome al asesinato de las hermanas Mirabal cometido el 25 de noviembre de 1960, digo que “en los meses siguientes al atentado contra Betancourt (Presidente de Venezuela en 1960, egf) fueron muchas las víctimas que cobró el SIM, por hechos insignificantes que no pasaban de ser simples comentarios adversos a la figura de Trujillo.
Y esa conducta represiva vino a culminar a finales de noviembre con el asesinato de las hermanas Mirabal. Minerva, Patria y María Teresa fueron emboscadas en la carretera de Santiago a Puerto Plata cuando, acompañadas de un amigo, Rufino de la Cruz, regresaban de la ciudad costeña luego de visitar a sus esposos, que todavía guardaban prisión y habían sido trasladados a la cárcel militar de esa población”.
Cincuenta y cinco años han transcurrido después del asesinato de las hermanas Mirabal. 55 años van a transcurrir ahora, en este mes de diciembre que comienza, del asesinato masivo, responsabilidad histórica del mal llamado Triunvirato, adefesio político ilegal que sustituyó al gobierno legítimo, patriota, popular y democrático del profesor Juan Bosch, de los revolucionarios del 14 de Junio, que bajo el liderato de Manolo Tavárez Justo se fueron a las montañas de Quisqueya a reivindicar el retorno a la constitucionalidad.
Y 50 años se cumplirán, ahora, en este diciembre, de la emboscada del hotel Matum ejecutada por soldados dominicanos bajo la dirección de Bruce Palmer, Teniente General del Ejército de Estados Unidos, que desde el 28 de mayo de ese año por órdenes de Lyndon Johnson invadieron la República Dominicana.
Tres episodios dolorosos e inolvidables: el de la muerte de las hermanas Mirabal, crimen que no tiene justificación de ningún género y que sólo podía ejecutarse por mandato expreso, personal de Rafael Trujillo Molina.
La muerte de las hermanas, tres damas distinguidas de su comunidad, vino a sumarse al fusilamiento masivo de la mayoría de los expedicionarios de Constanza, Maimón y Estero Hondo, ordenado por Rafael Trujillo Martínez (Ramfis). Decisión políticamente injustificable, porque en el orden militar los expedicionarios habían sido derrotados y lo que políticamente convenía al régimen de Trujillo era perdonar la vida a esa avanzada de dignidad del pueblo, juzgarlos y beneficiarlos con un perdón gubernamental.
El asesinato de las Mirabal y el fusilamiento de los expedicionarios de julio de 1959 fueron los acontecimientos decisivos que señalaron con claridad que la Era de Trujillo había llegado a su última etapa.
Años después, el fusilamiento masivo de Manolo Tavárez y los compañeros que junto a él descendían de la Cordillera Central acogiéndose al llamado del gobierno de facto, advirtió a los militares constitucionalistas y a la mayoría del pueblo que ese gobierno usurpador era tan asesino y criminal como el régimen que había encabezado Rafael Trujillo Molina por espacio de 31 años.
Pero la muerte de Manolo Tavárez y sus compañeros lo que hizo fue compactar más a los jóvenes oficiales del Ejército que se organizaban bajo el liderato del Coronel Rafael Fernández Domínguez y la dirección política de Juan Bosch, alrededor de la idea de que no había ninguna otra posibilidad que no fuera la deposición violenta del gobierno ilegitimo y depredador, apoyado por el gobierno de los Estados Unidos, que dirigía los destinos de la Nación.
El otro episodio histórico, la Batalla del Matum fue la emboscada organizada por los jefes militares estadounidenses contra el Coronel Francisco Caamaño Deñó y la numerosa comitiva que le acompañaba en diciembre de 1965, a la ciudad de Santiago, a rendir homenaje al fundador del Movimiento Militar Constitucionalista, Coronel Fernández Domínguez, que había caído el 19 de mayo en el asalto al Palacio Nacional, defendido por tropas de Estados Unidos.
Los pueblos no pueden vivir de espalda a su historia y son episodios como los tres que se han reseñado, los que van jalonando la firmeza de los perfiles de su personalidad como conglomerado humano y sociedad.
Jpm