OPINION: El leon con patas de barro

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Visto sin fanatismo , con fría objetividad, el proceso electoral del Distrito 13 en Nueva York realmente quedó empate. El 2% a favor de Charles Rangel es inferior al margen de error que otorgan las encuestas, casi siempre del 5%. Por tanto, la de Rangel fue una victoria pírrica, como el corredor que llega cansado a la meta.
Es cierto que bastaba con un voto para ganar. Sin importar el estrechísimo margen, Rangel logró imponerse una vez más como congresista en Washington. A duras penas, pero ganó. A diferencia del proceso anterior del 2012 donde hubo impugnación, reconteo, ahora ni siquiera hubo “pataleo”. Sin mucho ruido, Adriano Espaillat admitió su derrota al tercer día de los comicios. Por qué perdió Espaillat?
Frente a un electorado mayoritariamente latino, con la dominicanidad a la vanguardia, cómo justificar esa nueva derrota. Se repitió el mismo escenario del 2012. Si con una campaña muy mal manejada, con un discurso muy pobre, un spot de televisión malísimo y tardío, la pelea quedó empate, hay que profundizar a fondo para darse cuenta de las verdaderas causas de la derrota.
Un zorro como Adriano Espaillat, experto en ganar elecciones en el Alto Manhatan, cometió errores políticos garrafales. El peor de todos fue aliarse con Leonel Fernández. Desató el repudio generalizado que ha dejado al ex-presidente con su partido sumido en el total descrédito en Nueva York desde que perdió las elecciones del 2012.
El voto duro de Adriano es dominicano. Pero este voto nunca ha sido compacto. Ahora más que nunca, tan influenciado como está por el partidismo dominicano. Con la agravante de que en Nueva York el votante está seriamente disgustado con el PLD.
Espaillat, que es visto como muy cercano al PLD, trae a Leonel Fernández como su aliado principal. El golpe fue mortal. Y peor aún, poner al frente de su campaña al PLD como fuerza distribuidora de su propaganda política en las calles del Alto Manhatan, acabó por hundirlo. La situación habría sido distinta si es Danilo Medina quien juega el papel protagónico al lado de Espaillat.
El PRD, dividido como está en tres partidos, quedó frizado alrededor de Adriano. No movieron un dedo. Lo mismo pasó con el reformismo, Alianza-País , y demás fuerzas políticas minoritarias. Al contrario, muchos llamaron a votar por Rangel quien contó con el sólido respaldo del expresidente Bill Clinton y del Gobernador de Nueva York Andrew Cuomo. Rangel aprovechó la debilidad de Adriano en su propia base y la capitalizó.
El “Leon de Harlem”, siendo el legendario congresista afroamericano, montó cuartel de campaña en el Alto Manhattan, y organizó una tropa de votantes dominicanos, a los que pagó para trabajar como “voluntarios” en su campaña. Y golpeó duro a Espaillat por su lado más débil al citar que su campaña solamente descansó en hablar de su dominicanidad, sin citar una sola obra dejada a su paso por el poder político en Nueva York en 25 años como asambleista y senador.
La lección para Adriano es grande. Perdió por su pésima alianza con Leonel. Más temprano que tarde surgirá un líder dominicano que será congresista por Washington. Con dos derrotas consecutivas, no creo que ese congresista será Adriano Espaillat. Senador, olvide eso!.

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