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En un país cuya tasa de escolaridad se ubica entre el quinto y el sexto grado de primaria, no podrá ser más fértil para que prospere el clientelismo político, y exista una significativa presencia en los partidos tradicionales de lo que Thomas Huxley definió como autómatas conscientes (un fanático que no logra percatarse, a diferencia de un novidente, que no ve), como una forma de equiparar a ciertos seres humanos con el comportamiento de algunos animales.
Pero para definir las características de los votantes dominicanos, previo a ello, es menester establecer tres interrogantes medulares, que son, al fin y al cabo, el medio que nos permite arribar a nuestras consideraciones.
a) ¿Vivimos los dominicanos en el país que anhelamos tener?
b) ¿Tenemos los congresistas que deberían representarnos?
c) ¿Es el sistema de justicia actual el que reclama la mayoría?
Es probable que la respuesta a las tres anteriores interrogantes sea la misma: Un no absoluto.
Si así fuere la respuesta mayoritaria de los dominicanos, la pregunta obligada sería: ¿Por qué no? De la cual se derivarían otras tres preguntas:
1. ¿Porque no hemos tenido los Presidentes que hemos necesitado?
2. ¿Porque no hemos tenido los Senadores y Diputados apropiados?
3. ¿O porque aún no hemos tenido los jueces y fiscales para lograr un mejor sistema de justicia?
Lo cierto es que sólo los dos primeros casos (Presidentes, senadores y diputados) dependen de los votantes, pues ni jueces ni fiscales, al menos por ahora, son escogidos en nuestro país por el voto popular, como sí ocurre en otros países.
Así las cosas, llegamos a la conclusión que en República Dominicana tenemos tres tipos de votantes esencialmente:
El votante subsidiado, que es aquel que vive permanentemente de los programas sociales que ofrecen los gobiernos; el mismo que suele votar por lo que le den; aquel que inevitablemente ha quedado capturado en el asistencialismo gubernamental, y convertido en un vulgar voto cautivo de gobiernos y políticos clientelares.
Luego nos encontramos por el definido por Thoma Huxley: El votante fanatizado (El fanático). Que no es otro que aquel que afirma que sólo se debe y vota por los candidatos de su partido, importándole muy poco si tienen o no calidad moral o competencias para ocupar los cargos a los que aspiran los postulados. Y lo que es peor, que ninguno tenga una mínima propuesta que ofrecer.
Y finalmente nos encontramos con el votante consciente. Aquel votante que piensa y actúa con conocimiento de causa cuando vota. El dueño de un voto razonado. El productor de lo que se conoce como el voto útil. El mismo que el clientelismo no puede comprar. Y, contrario a lo que muchos piensan, el protagonista que por lo regular decide, cuando las elecciones tienden a polarizarse.
Así definido los tres, podemos decir, que el subsidiado está y seguirá capturado por el clientelismo que prevalece en la política dominicana; El fanático (o el que no sabe que no ve), difícilmente peda liberarse de su perenne ignorancia; Pero el tercero, si se decide a ir a votar masivamente, podría ser una vez más el artífice y la diferencia en las elecciones del 2024!
El gran problema que presentan los votantes conscientes es que, a diferencia de los votantes subsidiados y los fanáticos capturados por los partidos tradicionales, su tasa de ausentismo (abstención electoral) es significativamente más alta que cualquier otro votante. Ello debido a que, como pertenecen a los estratos 3 (media-media), 4 (media-alta) y 5 (alta), tienen la tendencia de no molestarse en ir a votar.
Si su abstencionismo persiste en el 2024, los subsidiados y los fanáticos seguirán escogiendo y colocando en los puestos de elección popular, la misma gente que nos mantiene en este actual estado de cosas en la República Dominicana, que crece económicamente para algunos, pero que tiene un muy bajo índice de desarrollo humano (IDH).
¿En cuál de los tres se ubica usted?
jpm-am-sp
los pasahambre son los que terminan votando por los gatos políticos dominicanos. zape!
de hecho,los votantes que dependen de las ayudas del gobierno,de los congresistas y de los alcaldes y directores distritales,son los que están decidiendo las elecciones. desafortunadamente los más pensantes no quieren ir a votar,lo que da pié a que los menos instruidos estén decidiendo por nosotros. vayamos a votar masivamente en el 2024 para revertir toda esta podredumbre,y sacar lo que no sirve de la función pública.