Los disminuidos mentales

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El autor es abogado. Reside en Santo Domingo

Desde el profesor  Kraepelin, se distinguen los enfermos mentales; se les llama igualmente “disminuidos mentales”. Partiendo del principio que hay por doquier en la naturaleza transiciones fluctuantes entre diferentes estados, se les ha considerado en su origen como estando al límite entre lo normal y lo mórbido; esto ha obligado al Derecho penal a crear el concepto de “responsabilidad atenuada”.

Esta tendencia encuentra sergas todavía en el maestro Kretschmer, quien, entre las formas normales de temperamento (ciclotimia, esquizofrenia y viscoso) y las enfermedades mentales oportunas (locura maníaco-depresiva, esquizofrenia, epilepsia) introduce como formas intermedias las psicopatías cicloide, esquizoide y epileptoides.

 Una tendencia más moderna de la psiquiatría (Wilmanns, Schneider afirma al contrario que hay entre la enfermedad mental y la psicopatía una diferencia no de grado, sino de naturaleza; ahí los procesos mórbidos (psicosis “procesiva”), aquí personalidades anormales, esto es estructuras psíquicas. Es por lo que la psicopatía es siempre innata y hereditaria.

Los psicópatas presentan tipos numerosos, sea radicalmente diferentes, o se superponen. El profesor Kraepelin distingue, entre: excitables individuos sin sostén interior, instintivos, espíritus falsos, mentirosos y tramposos, asociales, agresivos; señala, además, la existencia de los confundidos, estetas, exaltados, fanáticos, hipertensos, etc.

La clasificación, de Schneider, comprende 10 grupos: los hipertérmicos (es decir los optimistas activos), los depresivos, los individuos poco seguros de sí mismos, los fanáticos, los ávidos de éxitos, los abúlicos, los asténicos. La amplitud del concepto de psicópata se manifiesta por su definición misma:

 Personalidades anormales que sufren de su anormalidad o hacen sufrir la sociedad, esto es, fallas de encendido o desordenados; si, por el contrario, por «anormal» entendemos puramente «que se desvía de la media», llegamos al punto que todos los delincuentes con una tendencia crónica a la delincuencia.

Por tanto, todos los delincuentes profesionales refractarios al trabajo y los delincuentes por agresividad); pero también muchos criminales autores de delitos patrimoniales por resistencia reducida de criminales por falta de frenos sexuales (serían clasificados como psicópatas, ya que especialmente se desvían del individuo promedio y perturban el orden de la sociedad.

De hecho, los psiquiatras han encontrado por este motivo, en encuestas colectivas entre reincidentes, hasta un 99% de psicópatas. Si nos atenemos a una definición tan general, la palabra psicopatía no tendría ningún significado para la criminología.

Es necesario al contrario centrarse en una definición más restringida del concepto de psicópata, que se vincula con un carácter móvil -de acuerdo con la opinión que se vincula con un personaje moribundo- en forma de opinión popular, sin que, sin embargo, se pueda observar ninguna relación, más cerca de la psicosis.

Podemos identificar: el insensible cuya profanación consiste en una absoluta falta de ´sentimientos éticos (de ahí la crueldad, el desamor, el sentimiento de justicia y modestia), que antes llevaban a hablar en casos similares de «locura moral»

Los enfermos de pseudología fantástica que se hacen pasar por héroes, caballeros de la industria y como los más saqueadores, variados; explosivos híper excitables (o epileptoides) que se convierten en los héroes del cuchillo más peligroso y a menudo muestran una irritabilidad anormal y regresan periódicamente, acompañados de una tendencia a la reactividad primitiva (ataques violentos, huida, fuego).

Histéricos (especialmente en las mujeres), que, por instinto de poder con una base erótica oculta, son los autores de peligrosas calumnias; los paranoides peleones que luchan por defender su derecho que suponen agredidos e inclinados, por un abuso crónico del alcohol, ideas de celos.

Los que carecen de apoyo interno por causa de las drogas (crónicas alcohólicos, adictos a la morfina, etc.) que conocemos entre los delincuentes profesionales que se resisten al trabajo pasivo; los psicópatas sexuales entre los criminales perversos no se inmutaron por falta de frenos sexuales.

jpm-am

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