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La depresión: vía hacia el suicidio
La depresión produce un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en efectuar distintas actividades. Se llama también “trastorno depresivo mayor” o “depresión clínica”, que perturba los sentimientos, los pensamientos y el comportamiento de una persona, pudiendo causar una variedad de contrariedades físicas y emocionales.
Los síntomas se producen en gran parte del día, casi todos los días y pueden consistir en: sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza; arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, inclusive por asuntos de poca importancia.
Perdida de interés o placer por la mayoría de las actividades normales, como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los deportes; alteraciones del sueño, insomnio o dormir demasiado; cansancio y falta de energía, por lo que inclusive las tareas pequeñas demandan un esfuerzo mayor; falta de apetito y enflaquecimiento, o más antojos de comida y aumento de peso.
La ansiedad, agitación o inquietud; parsimonia para razonar, hablar y hacer movimientos corporales; sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o autorreproches.
Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas; pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas, intentos suicidas o suicidio. Problemas físicos inaplicables, como dolor de espalda o de cabeza.
Para muchas personas con depresión, los síntomas suelen ser lo suficientemente graves para causar contrariedades evidentes en las actividades cotidianas, como el trabajo, la escuela, las actividades sociales o las relaciones con otros. Algunas personas pueden sentirse infelices o tristes en general sin saber realmente porqué.
Hasta el momento, se desconoce la causa exacta de la depresión. Igual que acontece con muchos trastornos mentales, puede comprender varios factores como:
Diferencias biológicas, pues las personas con depresión tienen cambios físicos en el cerebro. La importancia de esos cambios aún es incierta, pero con el tiempo pueden ayudar a identificar las causas. Los neurotransmisores son sustancias químicas que se encuentran en el cerebro y que tal vez desempeñan un rol en la depresión.
Investigaciones recientes señalan que los cambios en la función y el efecto de estos neurotransmisores, y cómo interactúan con los microcircuitos involucrados en mantener la estabilidad del estado de ánimo pueden tener un rol importante en la depresión y su tratamiento.
Por su lado, ya se sabe que el suicidio (Del latín sui, de sí y caedere, muerte, acción de matar). Muerte que el individuo se da a sí mismo. Extensa es la bibliografía relativa al tema e inagotable el debate a propósito de su incriminación. Clásico es el estupendo estudio del sociólogo Emile Durkheim, El suicidio.
Muchos pueblos, en la antigüedad, creían el suicidio acto ilícito, y la sanción, ante la dificultad de cumplirse en la persona se ejecuta sobre su despojos o sus posesiones, negándole a él sepultura o confiscando sus bienes.
El suicidio no se considera hoy delito en casi ninguna de las legislaciones actuales, y en las pocas en que ha persistido hasta épocas recientes, ha ido excluir lentamente, con la curiosa excepción del Código Penal de Bolivia, que conserva sanciones para quien intente suicidarse.
El simulacro del suicidio es el ardid por el cual el homicida trata de ocultar su crimen. Se plantea la cuestión de la validez de un seguro de vida, que las empresas aseguradoras no cubren.
De este modo las familias del suicida, sea para conseguir dispensas religiosas, o para cobrar el seguro y hasta indemnizaciones laborales, tratan de lograr certificados médicos probando que el difunto tenía sus facultades mentales alteradas.
jpm-am
¿Vieron el cheque que le sale mensual A Juan TH en la Dirección General de Aduanas de RD$ 885,000? Y así este señor tiene la cachaza de hablar de la corrupción del periodismo.
Pero eso esta comprobado?
Aunque a mi nada me sorprende ya