Juan Hubieres: el inadaptado

Coger piedra para el más chiquito. Así reza un refrán que viste a quien pretende enfrentar a alguien que es considerado más débil o pequeño. Claro está, la debilidad o pequeñez puede en ocasiones ser relativa o sometida a verificación. El preámbulo viene a cuenta de que hace unos días el impoluto Diputado Juan Hubieres pretendió ensuciar (nueva vez) la imagen del periodismo dominicano con insinuaciones e insultos a periodistas que cubren la fuente del Congreso Nacional. Se consideró en ese momento el fuerte, el grande ante esos periodistas que entiende son pequeños, son débiles. En sus insultos el inadaptado legislador lanzó acusaciones y señalamientos que puso de manifiesto la fortaleza y grandeza de acrisola al periodismo dominicano, aun cuando él y otros pretenden sepultar para seguirse sirviendo con la cuchara grande. Ese mismo comportamiento puso en claro que ese beneficiario diputado es débil, pequeño e incapaz de sostener con honor el ropaje que los pobladores de una humilde comunidad les confiaron para que le representara, pero que de seguro se siente avergonzada. El señor Hubieres, que pretende dar cátedra de socialismo y revolucionario, se olvidó que su responsabilidad está en enfrentar con las armas que la democracia le puso en las manos los males que crean y prohíjan esta desigual sociedad. Desigualdad que el inadaptado legislador aprovecha para bien personal y los pocos de su entorno. Se pinta como revolucionario y goza de los mismos privilegios que a quienes él pretende y envía a los periodistas a que enfrenten por ser éstos los culpables de la desigualdad social y el enriquecimiento abultado y no justificados que estrujan en la cara a quienes no forman parte del presupuesto nacional ni de cunas doradas. Hasta ahora no se ha visto a ningún periodista romper, estrallar o pisotear los instrumentos e identidades con que realizan y justifican su ejercicio, contrario al cuestionado e inadaptado legislador que tiró al piso y pisoteó un ejemplar la Constitución Dominicana que él mismo aprobó y que su irracionalidad mental le impide razonar que ésta es su legitimación como ejecutivo electo por un puñado de pobres hombres y mujeres que él ha sido incapaz de sacar de la pobreza o poner herramientas en sus manos que le ayude salir de esa exclusión social. La grandeza de Juan Hubieres está en haber tomado como compañera a una mujer periodista que en su ejercicio honesto y profesional cuando realizaba informaciones que determinado sector o personaje no le era agradable recibía las misma acusaciones que él les endilgó a los periodistas que cubre la fuente del Congreso Nacional, y a todos. Igual grandeza muestra cuando es capaz de aprovechar sus ropajes para obtener beneficio particular en detrimento de la gran población que cada día debe abastecerse de combustible que en su costo lleva un porcentaje para beneficiar el sector abusador que este inadaptado legislador es parte de su cuerpo directivo. Para suerte del país los periodistas no les enrostraron a Hubieres su inadaptado comportamiento legislativo y ciudadano y el atropello que cada día realizan sus asociados en perjuicio de la gran población, pero que gozan de su anuencia. La grandeza exhibida por él puso de manifiesto lo débil y pequeño que es. No puede cambiar la desigualdad social del país pero quiere y manda a los periodistas que lo hagan. Pide a los periodistas que denuncien a los dueños de medios de comunicación por la supuesta exclusión de él y sus denuncias parcializadas, pero él prohíja, organiza y apoya la exclusión de un servicio de transporte de calidad y oportuno a la población que tiene que soportar esa debilidad grupal y fortaleza de Hubieres para saciarse como otro dueño del país. Los periodistas son profesionales que igual otros profesionales y obreros venden su fuerza de trabajo para obtener los recursos con los cuales poder tener y brindarle a sus familiares calidad de vida, pero que esa desigualdad social, de la que se beneficia Hubieres, en la mayoría de ocasiones le impide alcanzar, como también la gran población dominicana. La fortaleza y grandeza mostrada por éste legislador mantuvo mi convencimiento de que la mejor profesión es la de periodista y con la honra acumulada en el ejercicio aspiro y lucho para que algún día esa desigualdad social sea mucho mas estrecha y que podamos todos tener mejores y adaptado representantes. Fermar423@hotmail.com

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