Abinader entrega muelles en Río San Juan y Cabrera para la pesca
Primer Ministro Haití seguirá en Puerto Rico, su futuro es incierto
NY: Condenan a 18 años prisión a dominicano baleó dos en un billar
Alaver impulsa ahorro como base para el desarrollo y la inversión
QUEJAS: Largos apagones y altas tarifas en zona de Pepillo Salcedo
FJT informa sobre las relaciones de República Dominicana-Taiwan
Educación y un régimen de consecuencias
Yankees, Mets, Cleveland y Dodgers ganan en playoffs de GL
Jacobo Majluta: Un hombre bueno (6)
El diluvio de Dios en tiempo de Noé
Cuando nos definimos como frontera imperial
Lanzador César Valdez predica con el ejemplo en Tigres del Licey
Factibilidad técnico-económica del muro fronterizo
Revisando las distintas declaraciones en los diferentes medios dominicanos sobre la pertinencia o no de un muro en la frontera, nos encontramos con ideas bastantes desafortunadas. Al analizar cada una de las posiciones asumidas por los diferentes expositores al final muestran el refajo con intereses particulares que, para nada tienen que ver con lo que deben ser los intereses nacionales. Es así que muchos llegan al absurdo de comparar la propuesta del muro en la frontera con la campaña xenófoba e intolerante, llevada a cabo por el gobierno del partido Nazi en la Alemania hitleriana, como parte de lo que ellos llamaron «la solución al problema” judío. Pero por Dios ¿es que apuestan a que en la nación dominicana todos somos ignorantes? Esa aberración, todo el que tenga sentido histórico no debiera osar siquiera rememorarla por ser una afrenta a la humanidad. Entonces vemos comunicadores que parecieran haber sido entrenados para actuar contra cualquier tipo de iniciativa que vaya en beneficio de la nación dominicana. Si bien es cierto que estos puedan alegar que naturalmente pueden asumir cualquier tipo de posición basado en sus intereses particulares, más preocupante es que funcionarios del Estado dominicano actúen como lacayos, asumiendo posiciones contrarias al interés nacional, solo por estar donde el capitán los vea. El muro en sí, no es hormigón en todo el trayecto, hablamos de híbridos, vallas, hormigón, y alambradas entre otros, al junto de tecnologías que aquí el sector privado emplea desde hace tiempo y no son tan costosas. Propongo que revisemos los siguientes datos que muestro a continuación, como ayuda memoria. 1-El Estado dominicano ha gastado más de tres mil millones de pesos tan solo en los últimos 21 meses, entregando más de setenta y seis millones de galones de combustible a los chóferes. Pero lo peor del caso es que esto no ha representado una mejoría en el servicio de transporte que estos brindan a la población, degradándose el servicio más y más cada día. 2-En la famosa vía de Santo Domingo a Samaná el Estado dominicano otorga subsidio por más de dos mil millones de pesos cada año, de por sí una aberración. 3-Otro botón de muestra es el subsidio al sector eléctrico el cual acumula en lo que va del año mas de diecisiete mil millones de pesos, según ha informado la propia superintendencia de electricidad. De manera que si eliminamos estos abusivos subsidios que el gobierno del Estado dominicano patrocina, soportando plantas de generación apagadas y asociaciones choferiles anarquistas y apandilladas, que en ninguno de ambos casos brindan servicios de calidad, podríamos con esos recursos sin dudas construir el muro fronterizo y sobraría dinero. Construir el esquema de seguridad fronteriza que señalamos, eliminaría la carga económica que también para el Estado representa regalar los servicios de salud a los indocumentados, así tendríamos más recursos para atender las necesidades del pueblo dominicano, y fortaleceríamos la mano de obra dominicana, al detener el desplazamiento de la mano de obra nacional que históricamente ha sido presionada por la mano de obra indocumentada que ha contribuido a reducir a niveles de miseria los salarios. Las fronteras están para algo y los dominicanos debemos hacer conciencia de esto, para de alguna forma dejar de hacer de payaso del mundo. Sépase que el gobierno, por mandato constitucional, está obligado a garantizar la seguridad de la frontera, y si no se respetan los límites fronterizos, ¿para qué sirven las fronteras?