En torno al crimen organizado (y 3)

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El autor es abogado. Reside en Santo Domingo

Desde hace varios años, y sobre todo, desde el arresto del “padrino de los padrinos”, Bernardo Provenzano, el 11 de abril de 2006 (muerto en julio), La Cosa Nostra perdió su influencia frente a la represión del Estado y al desarrollo de otras organizaciones.

Se ha dicho que es menos poderosa que la « Ndrangheta y que la “cúpula” no se ha reunido desde 1993. Algunos esperan una desaparición de esta mafia italiana, otros estiman que se ha hecho discreta para resurgir de sus cenizas.

 Provenzano era considerado como el defensor de una nueva estrategia, mucho más silenciosa, sin homicidios ni atentados, sino planteando infiltrar más eficazmente la sociedad siciliana y provocar una baja de atención de las instituciones. Su declive solo sería un fantasma.

Y si es cierto, es entonces provisional. La organización de Cosa Nostra es, en efecto, la más exitosa, la más estable y la más difícil de hacer desaparecer. De más, Cosa Nostra ha forjado vínculos en el norte de Italia y en Estados Unidos, con una versión estadounidense.

Una represión más severa, nuevas legislaciones más vinculantes, el arribo de nuevas organizaciones (el tráfico de estupefacientes escapa a la Cosa Nostra en provecho de los carteles colombianos o mexicanos) y el arresto de nuevos jefes han contribuido a la pérdida de influencia de esta agrupación criminal.

Sin embargo, no se debe concluir rápidamente que la mafia ya no está presente en suelo estadounidense. Las “familias” quedan activas y peligrosas. Estos últimos años han visto su infiltración en los circuitos financieros ilícitos, esencialmente en Wall Street.

Una familia mafiosa americana es estructurada, jerarquizada, conducida por un jefe, el capofamiglia, flanqueado por un subjefe y un consejero, el consigliere. Por debajo, se encuentran los capitanes, que dirigen los equipos de soldados, y finalmente, los asociados, también llamados “no iniciados”.

A fin de hacer pruebas de discreción, las familias mafiosas americanas resaltan a falsos jefes de familia, los hombres del frente. Se trata de llamar la atención sobre un hombre que en realidad, no dirige nada, con el solo interés de atraer la prensa y de conducir a la policía sobre falsas pistas. Si el falso jefe es apresado, el verdadero, discreto, queda en los controles.

La Cosa Nostra americana está concretamente presente en diferentes dominios del entretenimiento: controla ciertos sindicatos y a menudo recurre al chantaje de las sociedades de la industria cinematográfica.

Su vínculo con el espectáculo es histórico. Cosa Nostra también se lucró con los juegos, legales o ilegales, la pornografía. La primera película con gran éxito de ese género, “Garganta profunda” (1972), fue, en efecto, producida por la Mafia.

En cuanto a la organización, esta es similar a la Cosa Nostra siciliana: una veintena de familias, de importancia diferente, reunidas en federación. Cada una de ellas controla lun territorio y no pueden emprender algún negocio si no tienen autorización para ello.

En cambio, existen algunas ciudades “abiertas”, que no pertenecen a ningún clan y las familias prosperan libremente, entre ellas, Miami, Atlantic City, y por supuesto, Las Vegas, ciudad completamente edificada en los años 1940 por la mafia y para la mafia.

Ordinariamente llamadas las “sociedades negras”, las triadas aparecieron hacia 1644, cuando los monjes budistas de la provincia de Fujian buscaban resistir al invasor manchú y crearon una sociedad secreta: la “Sociedad de la Triada”.

Esta sociedad criminal tiene ceremonias de iniciación, ritos, una disciplina rigurosa y un muro del silencio. Hoy, cuatro triadas que reúnen 100,000 miembros activos, se mantienen al frente de la escena. 

jpm-am

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Pastor Perez GIL
Pastor Perez GIL
1 Año hace

O sea que los trinitarios nuestros DUARTE, SANCHEZ Y MELLA eran mafiosos?…. que bien.

Con razon. Sacamos a los HAITIANOS DE AQUI….nunca respetaron nuestro codigo.
SOMOS CAPOS PATRIOTICOS PAPA!!! Y sin Drogas!…pero con mucho PLOMO!!!!…