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El país de quimeros políticos
“El quimerismo es un trastorno genético cuya teoría postula que dos cigotos, tras la fecundación, se combinan formando uno solo, que se desarrolla de forma normal, siendo una afección por la que algunas células o tejidos del cuerpo de una persona formado por células procedentes de distintos individuos contienen varios tipos de ADN” . Wikipedia.
En nuestro país, se inició la vida democrática con la caída de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo y Molina en el año de 1961, lo que permitió la formación de organizaciones políticas como movimientos y partidos con diferentes colores e ideologías, además de sindicatos y algunas ONG, para luchar por la libertad tránsito, expresión y difusión del pensamiento por los medios de comunicación en todas sus formas.
Con el tiempo, los fundamentos ideológicos, han ido desapareciendo por el fomento del transfuguismo y el clientelismo hacia diferentes agrupaciones con desiguales pensamientos ideológicos: izquierda, derecha, centro izquierda y derecha, ilusionados con obtener un puesto de dirección en dichas organizaciones, que no los obtuvieron donde estaban militando.
Esos que se mudan hacia agrupaciones con diferentes ideologías, van absorbiendo las células genéticas dañadas, combinadas en un solo cuerpo, absorbiendo el estilo de pensamientos y actuaciones de dirigentes de esos partidos, no por sus ideologías; sino por sus intereses personales bien remunerados, promoviendo el transfuguismo y la corrupción, vendiendo quimeras que, es lo ha provocado las crisis en las organizaciones.
Quienes han recibidos diferentes transfusiones o trasplante de células genéticas de dirigentes (variopintos), se promueven sobre la base de las demagogias, vendiéndoles a los pueblos ilusiones de superar su actual situación social, haciéndoles creer que, eso sería una realidad idílica, si es seleccionado al cargo que aspira en su comunidad.
Este fenómeno se inició a principio del siglo 20, con las fragmentaciones de los partidos y organizaciones políticas por las ambiciones y mezquindades de sus dirigentes, que no dejaron avanzar a los que estaban trabajando para lograr posiciones dentro del organigrama de sus partidos que, por más esfuerzos que hagan, son bloqueado por las momias petrificadas que pululan dentro de esas organizaciones.
Esa quimera política, ha degenerado la democracia, fomentando demagogias, produciendo instituciones de gobiernos populares, corruptos y tiránico, que dicen gobernar en favor de las clases inferiores, dándoles máxima importancia a sus accionar para orientar a la población con propuestas ilusionistas, tácitamente dizque en auxilio de los pobres, que al final, lo que persiguen es el interés en favor de un solo individuo o unos cuantos de su entorno.
La volatilidad electoral y la reducción porcentual de la valoración en democracia, ha fragmentado a los partidos, producto de la fatiga provocada por el transfuguismo ideológicos, provenientes de diferentes organizaciones que, durante el tiempo, han caído en el fango de la corrupción, con la creación desproporcionada de organizaciones políticas como si fueran negocios de “único dueño” que, sólo buscan su bienestar personal, deteriorando la confianza de los votantes respecto de a aquellos que se presentan a elecciones para ser sus representantes.
Eso motivó a que la mayoría del pueblo no quiere pertenecer a ningún partido, ni decidir por algún elector, como se observó que en las pasadas elecciones municipales, del 18 de febrero, donde el 47.82% de la población hábil para votar decidió no hacerlo, lo que podría atribuirse a un rechazo y desencanto generalizado por los políticos demagogos y corruptos que, a fuerza del dinero, han debilitado los procesos electorales; por lo que debemos de observar las elecciones de hoy, 19 de mayo, de cómo se comportan los electores en “el país de quimeros políticos”.
jpm-am
«todos tenemos un precio,todo se compra y se vende,el comerciante,el artista,y mayoría de los políticos,intercambian divisas»
piratas,con gemelos y corbatas la mayoría.