El éxito o fracaso de un gobierno

El éxito es un asunto esencialmente subjetivo. Lo que es un logro para uno, puede que sea el fracaso para otro. Hay quienes afirman que el éxito es el resultado del junte de dos variables. Cuando la oportunidad se junta con la preparación (las competencias). Si la oportunidad no  llega de la mano de una buena preparación, sencillamente no habrá éxito. Igual, si hay preparación pero nunca llega la oportunidad, tampoco habrá éxito.

A veinte (28) meses de la actual gestión gubernamental del PRM, es normal que los ciudadanos (electores especialmente)  en sentido general, y naturalmente los partidos de la oposición, empiecen a evaluar y a concluir, en términos de las obras importantes ejecutadas por el presente gobierno, si ha sido un éxito o ha sido un fracaso la gestión Perremeísta.

Recientemente, en un programa muy escuchado de nuestro país, el ex presidente Leonel Fernández afirmó lo siguiente:  “El Gobierno no tiene una sola obra importante que exhibir en ningún lugar de la República, por tanto yo diría que es un fracaso».

Aunque es a los Perremeístas y aliados a quienes les toca defenderse de esa afirmación, como ciudadano espectador de la política, no queda fuera de mi derecho el yo poder dar una opinión al respecto.

Sin que esté en discusión que los electores suelen votar movidos por una natural esperanza que un determinado proyecto político lleve a cabo la realización de las importantes obras que necesita el país, aún así, en esta ocasión, difiero con el Sr. Leonel Fernández.

Y para sustentar mi disenso (discrepancia), sólo me limitaré a irme al pasado reciente. Nadie, ni el más mezquino de los adversarios del PLD,  puede negar que en sus últimos 16 años ese proyecto político llenó de obras importantes el país, y aún así, el electorado terminó sacándolo  del gobierno el 05 de julio del 2020.

Es decir, permanecer o no en el gobierno, no parece ser un asunto exclusivo de la realización de obras importantes, sino más bien del comportamiento ético del que está en la administración. Si en realidad las obras son las que determinan el éxito o el fracaso de un  gobierno, entonces el PLD nunca debió haber perdido las elecciones del 2020.

Actualmente considero que que el éxito o el fracaso del actual gobierno,  lo determinarán esencialmente cinco variables:

1. Los índices de seguridad ciudadana (tasa de criminalidad).

2. El costo de la vida (inflación).

3. El nivel de ocupación haitiana (política migratoria).

4. Los niveles de corrupción (escándalos de corrupción).

5. La lucha contra la corrupción (la judicialización de los casos de corrupción del pasado y del presente).

Es por ello que pienso (si pudiéramos acceder a la información), que lo interesante sería encuestar (preguntarle) a la gente sobre estas cinco interrogantes:

a) ¿Por cuál se decantaría la gente?

b) ¿Por muchas obras importantes pero con mucha corrupción?

c) ¿Por muchas obras importantes pero con poca corrupción?

d) ¿Por pocas obras importantes y poca corrupción?

e) ¿Por pocas obras importantes pero con mucha corrupción?

Como se ve, la tarea de evaluación del éxito o el fracaso de los gobiernos en República Dominicana, sigue más en los alrededores de la prescripción (juicios de valor), y no tanto de la descripción (del ser), pues en gran medida depende del que termina emitiendo la opinión.

Si el éxito de un gobierno realmente reside en las obras importantes que pueda llegar a realizar, ¿No debería ese éxito reflejarse en los resultados electorales? Pareciera que no, pues el mejor ejemplo fueron las pasadas elecciones del 05 de julio del 2020.

Está por verse, si la afirmación del Sr. Leonel Fernández derrumba esta última aseveración, es decir, si finalmente el fracaso de este gobierno por no exhibir obras importantes, se reflejará en los resultados electorales, y producirá una contundente derrota al proyecto reeleccionista de Luís Abinader-PRM, en las próximas elecciones presidenciales del año 2024.

jpm-am