El «desarme» de la FARC: melodrama al estilo de Corín Tellado

   Si a cualquier persona medianamente amante a la lectura y sobre todo, del género femenino, se le pregunta quién fue María del Socorro Tellado López, es muy probable que no sepa responder a pesar de haber disfrutado de su inagotable prosa narrativa al mejor estilo romántico.

   Pero, si a nuestra interlocutora cuestionada se le pregunta si conoce, ha leído o ha disfrutado en la radio,  el cine o la televisión del género novelesco de Corín Tellado, es seguro que esa persona (generalmente del sexo femenino) dibujará en su rostro una sonrisa, esbozará algún recuerdo sentimental  y un gesto de admiración se dibujará en su rostro recordando a esta eminente escritora.

   En efecto, Corín Tellado nació en Asturia, España y se le considera la más prolífica escritora española de novelas románticas, teniendo en su haber una producción de más de cinco mil obras escritas, las cuales fueron traducidas a diferentes idiomas en todo el mundo. Tanto fue así, que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) la consideró la escritora más leída en el mundo después de Miguel Cervantes y Saavedra la insigne figura de la literatura española y célebre autor de la obra maestra «El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha».

  La acepción del término «novela» tiene sus orígenes en el idioma italiano y cuyo significado es «noticia». Dentro del marco de las definiciones de la Lengua Española, se define como una obra literaria que se desarrolla en prosa y que narra acciones cuyas esencias primordiales totales o parciales pertenecen al contorno de  la ficción. O sea, una irrealidad, un mito, una mentira.

   Como recordamos, el presidente Juan Manuel Santos anunció al pueblo de Colombia el 28 de agosto 2012, el inicio de las conversaciones de un acuerdo de paz con  la narcoguerrilla de la FARC, indicando que las negociaciones se llevarían en La Habana, Cuba.  En su afán de acelerar dicho proceso y de llegar a un entendimiento pírrico, vergonzoso y entreguista, aceptó todo el andamiaje que se edificó en Cuba, obviamente, con el aval de la tiranía castrista  que irónicamente en la década de los 60 fue la bujía inspiradora de muchos de estos movimientos subversivos en la América Latina.

   Como era de esperarse, la redacción de dicho documento para la paz, fue tan generosa, dadivosa y gratificante para esta sangrienta y asesina organización guerrillera y a la vez, tan indecorosa para el pueblo colombiano, que ese fango político motivó que le saliera al frente y asumiera la conducción de la sociedad colombiana para salir al paso a  esta afrenta política, la figura emblemática y patriótica del expresidente Alvaro Uribe Vélez, cuya negación en aceptar tan ominoso acuerdo caló en la conciencia  del pueblo colombiano.

   En ese tenor, se hizo un referéndum para saber si el pueblo colombiano apoyaba  el primer acuerdo redactado en Cuba y el resultado fue un rotundo NO. De esa negación del pueblo a este mostrenco acuerdo de paz, emergió la figura carismática y el liderazgo indiscutible de Alvaro Uribe Vélez.  De la manera en que fue presentado el primer acuerdo ,  era un regalo a  la impunidad a la FARC  por los crímenes cometidos  y  una bofetada a la Justicia colombiana. Eso obligó a la formulación de un nuevo acuerdo político.  A pesar del rechazo de los colombianos a la jugada política redactada en La Habana,  el presidente Santos con el aval del Congreso a su favor, hizo doblegar la voluntad de los colombianos expresada en el citado referéndum  y el resto ya es historia: la ignominia política se impuso con algunas modificaciones.

   Estando en Colombia, pude conversar y ver personalmente en Bogotá, Melgar e Ibagué,  la barbarie cometida por esa organización de facinerosos en contra de miles de familias campesinas, que tuvieron que dejarlo todo, perdieron a muchos de sus hijos que fueron obligados a  participar en la guerrilla y convirtieron al resto de la familia en lo que en Colombia se conoce como «Los desplazados», que sobreviven en las grandes ciudades de la caridad pública. Eso lo ignoró el presidente Juan Manuel Santos al darle impunidad ante la Ley.

   Hace poco, el presidente Juan Manuel Santos y todo su entorno político han «celebrado muy jubiloso» el anuncio oficial de la ONU en donde esta entidad afirma que la FARC ha «entregado» ya 7,132 armas lo que da por concluido el «desarme» de la FARC y la «culminación» del conflicto bélico en Colombia.  Pero (el pero es una cosa que nunca florece) con excepción de otras armas que están en manos de los guerrilleros para darle seguridad  a unos 26 campamentos donde se encuentran concentrados unos 7,000 guerrilleros. Entonces yo me pregunto: con qué nos quedamos  con el 1.50 o con el peso y medio?. (Ver enlace): https://www.elheraldo.co/colombia/concluye-entrega-de-armas-de-las-farc-la-onu-376265

   En verdad la ONU y el presidente de Colombia se creen que solo 7,132 armas entregadas es un desarme total? Qué me dicen de los lanza cohetes tierra-aire, lanzas granadas y morteros, las minas terrestres, las granadas, las municiones y otras diversas armas adquiridas con el dinero del narcotráfico, las extorsiones, los secuestros, las expropiaciones de tierras y ganado a campesinos y terratenientes?  A caso se puede pensar que 7,132 fusiles entregados le podrán hacer mella a una organización terrorista que ha amasado una fortuna con el negocio ilícito de las drogas?

   Piensan que les será difícil para esa organización marxista y criminal, proveerse de nuevo de armamentos más modernos si tomamos en cuenta que gran parte de la zona ocupada por ellos en Colombia hacen frontera con la narcodictadura de Venezuela  en cuyo territorios se esconden y tienen apoyo logístico? O acaso se les olvidó que en el gobierno de Alvaro Vélez se aniquiló en territorio de Ecuador en la época de  Rafael Correa al criminal de  Raúl Reyes en un campamento establecido en esa nación vecina?

   No olvidemos que en esta bazofia de acuerdo político para lograr la paz, esta organización terrorista, marxista-leninista, criminal y abusadora, disfrutará con una amplia zona de exclusión territorial, justamente en donde más se cultiva la hoja de coca y en donde las fuerza armadas ya no podrán intervenir. Es decir, el trasiego de  las drogas psicotrópicas hacia Venezuela para ser llevada a Estados Unidos y Europa seguirá su curso normal sin ningún reparo o temor.

   Partiendo de esta incredulidad, me confortó haber leído el  artículo de la acuciosa periodista colombiana Paola Ochoa, en donde ella magistralmente hace unos cálculos matemáticos  donde nos demuestra esta incongruencia con la realidad del presidente Juan Manuel Santos y de la ONU, en considerar terminada la guerra basada en el supuesto desarme de la FARC con la «entrega» de esos 7 mil fusiles. (Ver enlace):https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/paola-ochoa/bala-perdida-paola-ochoa-102762

   Lo he reiterado en múltiples ocasiones y lo sostengo de nuevo: el que crea o negocie dándole credibilidad a lo que diga o prometa una organización comunista (perdón, quise decir «socialista») o en una de orientación del islamismo radical,  puede creer perfectamente que a un perro flaco y hambriento se le puede amarrar con una tira hecha de longaniza y no se soltará.

   Ante estos actos políticos indecorosos que hoy en día vemos,  toma vigencia la frase que dijera Samuel Langhorne Clemens mejor conocido como Mark Twain y autor de obras cimeras como «El Príncipe y el mendigo» y «Las aventuras de Ton Sawyer» :

   «Es más fácil engañar  a la gente, que convencerlos de que han sido engañados»

jpm