El danilismo: odio e intriga como teoría política

Mientras la gente atraviesa por ese duelo, tiene la esperanza de que al amanecer todo se despejará y la pesadilla pasará. Cuando el abatimiento y el sentimiento de pérdida nos golpean fuerte, nos negamos admitir la realidad pesarosa que lo provoca. Es la etapa de la negación, a la que le seguirá la fase de la aceptación y luego la paulatina resignación.

En esa situación se encuentra Danilo Medina y su circo mediático. Aferrados a la ilusión de que todo se trata de un mal momento, de que no existe tal realidad que le impida de nuevo regresar al poder, se niegan a creer que hasta aquí llegó Danilo y que su tiempo ya paso y que el reloj de la historia marco la hora del regreso de Leonel.

Sí, frente al crecimiento de la Fuerza del Pueblo, los danilistas parecen estar reviviendo la etapa de la negación que provocan las malas noticias en los seres humanos envueltos en intrigas y odios sin fundamento. Se niegan a admitir que ya la pava no pone donde ponía y que es otro el signo de los tiempos. Y en ese camino errado, de culpar a otros de sus desgracias políticas, ahora se ha dedicado a vilipendiar a la Fuerza del Pueblo, vaciando sobre esa organización y su líder, toda esa carga de odio y resentimiento que lleva dentro y que lo está llevando hacia el desquiciamiento total

Al Danilo y su circo mediático, solo le quedará llorar en el muro de las lamentaciones porque ese es el destino de todo aquel que opera desde la intriga, la envidia, el rencor y la rabia sin una razón lógica que lo justifique. Por eso le toca cosechar el efecto bumerán de todo lo tramado contra el líder natural del PLD, Leonel Fernández.

Pero, como el tiempo todo lo pone en su lugar, hoy se le ha caído la careta, y de héroe pasó a ser villano, de noble y generoso pasó a ser ruin y ambicioso, de ‘santo’ se convirtió en demonio y ángel de la corrupción, y así está siendo visto después que todos nos desengañamos de él.

Personalidad desquiciada

Todas esas facetas de una personalidad desquiciada y desequilibrada, típicas de un comportamiento paranoico, se están revelando en sus actuaciones frente al Doctor Leonel Fernández, de quien siente envidia al comparar su situación personal con el estatus en continuo ascenso de Leonel.

Danilo resiente que el PLD se esté vaciando literalmente en la Fuerza del Pueblo, porque la militancia morada se siente ahí más cómoda e identificada con sus raíces primigenias. Sabe que los peledeístas le están cobrando, todos los sinsabores de estar fuera del poder, el desempleo, la desesperanza y el aumento de la pobreza.

Hoy, el lugar de Danilo en la historia estará al lado de todos aquellos gobernantes que causaron daños hasta irreparables a sus pueblos al darles riendas sueltas a todos los demonios que llevaban dentro.

En cambio, Leonel está y estará en el lugar que siempre ha estado, en el corazón de todos los hombres y mujeres de buena voluntad que aman a su pueblo. Hoy Leonel sigue siendo lo que ha sido siempre, la esperanza luminosa, el líder natural, dentro y fuera del PLD, el último reducto del liderazgo serio que le queda al país para iniciar la segunda ola de transformación que necesita el país. Por eso, a Leonel Fernández se le ve con toda la solidez de un líder, listo para liderar a la oposición al PRM a través de la Fuerza del Pueblo, la única fuerza que se perfila, como lo demuestran todos los estudios de opinión más recientes, como el candidato que pondrá fin a la era de hambre y retroceso que inauguró el hoy presidente de la Republica.

jpm-am