Carolina Mejía: ejemplo de eficiencia y honestidad

A menos de 10 meses para la celebración de las elecciones municipales, donde un nuevo alcalde o alcaldesa, será juramentado/a en la alcaldía de Santo Domingo de Guzmán (Distrito Nacional), Primera Ciudad del Nuevo Mundo, quiero extender una salutación especial a Carolina Mejía, quien ha manejado con imponderable destreza y talento las acciones correspondientes a una institución, por el período de cuatro años, administrando con impecable honestidad  los recursos depositados en sus manos, dejando una impronta difícil de superar.

Probidad y buen juicio en el uso de los recursos y en el manejo de los asuntos  administrativos, es la mayor garantía para alcanzar la eficiencia.  La vigilancia, capacidad técnica y la experiencia en asuntos administrativos, han logrado que Carolina Mejía nos muestre cuan importante es enfocarse en el trabajo y revisar a tiempo los manejos de los gastos aprobados, sin desperdiciar ni un minuto en la toma de decisiones que demanda la comunidad.

Sin embargo, es necesario una virtud fundamental, diríamos decisiva, para el buen éxito de una gestión al frente de un organismo descentralizado del Estado. Esa virtud cardinal es la de «la voluntad de servir», la que puede denominarse: mística, entrega, entusiasmo, fervor y hasta inspiración.

La comunidad de Santo Domingo, representada en tantos hombres y mujeres que tienen grandes sueños y han paseado por otros países y evaluado el desempeño de diferentes alcaldes, ha visto como Carolina Mejía se ha propuesto, con una voluntad irrefrenable e indomable, el cumplimiento de una misión, trasmitiéndole a sus subalternos el espíritu de servicio que debe caracterizar una institución diseñada, precisamente para servir.

Carolina Mejía, en su carácter juvenil, es hija, madre, profesional exitosa, ciudadana ejemplar, realizada, en línea entre muchos hombres y mujeres  con los que viene contando el país para la ejecución de los supremos intereses nacionales.

Cuando fue elegida para aspirar a la candidatura de la ciudad de Santo Domingo, consideramos que de parte del Partido Revolucionario Moderno (PRM), fue una de las precisiones más importantes para el proyecto de Cambio, promovido por ese partido. Esta candidatura causó gran impacto a todos los niveles.  La ciudad de Santo Domingo, según tengo entendido registra en su historia la posición de vice-alcaldesa, pero en la posición de Alcalde no habíamos registrado mujeres.  Carolina está superando las expectativas y la mujer capitalina siente orgullo de su Alcaldesa.

El liderazgo sano y  organizado de Carolina Mejía fue percibido hasta en las más humildes áreas de nuestra Capital, donde mostró su sensibilidad y atendió tantas demandas en la campaña del 2016, cuando fue elegida compañera de boleta a la Presidencia de la República, junto a Luis Abinader.

La trayectoria mostrada en los años de servicio en los que hemos visto transitar a esa ciudadana ejemplar, es impresionante, por eso felicitamos a esta mujer y la instamos a continuar adelante su carrera política, nosotros seguiremos respaldando su obra realizada con la cual ha demostrado que se puede gobernar con transparencia, honorabilidad, armonía y patriotismo.

La labor de Carolina Mejía, frente al organismo que es el Ayuntamiento del Distrito Nacional, demuestra que la juventud dominicana de hoy, forma un grupo capaz de eficientizar la labor del Estado y de servir a los mejores intereses que conforman el ejercicio de la democracia en el país.

Carolina Mejía es un ejemplo de eficiencia y honestidad, en la muchas veces difícil e ingrata misión de servir en el áspero terrero de las funciones públicas.

Carolina Mejía, pertenece a la generación que hoy enfrenta los retos para levantar nuestra nación que lucha por el rescate de los logros que perdimos en manos de gobiernos que más que trabajar en el crecimiento y el desarrollo de nuestra nación, no hicieron más que llevarnos al despeñadero, con sus actos de corrupción e impunidad.

angelabaez44@yahoo.com

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