2023 será un desafío ambivalente

Al crecer en la pobreza, nunca entendí por qué Santa no me traía cosas bonitas cuando lo hacía con todos mis amigos.

No quería que mis hijos sintieran la misma exclusión. Eso pareció ayudar a mis hijos a comprender y apreciar lo que obtuvieron en lugar de sentirse excluidos.

La verdad es que los presidentes, igual a Santa Claus, tienen un presupuesto

Mi hijo a una edad temprana no entendía por qué algunos niños tenían muchos juguetes y otros solo unos pocos. Le dije que debido a que hay tantos niños en el mundo, Santa tiene un «presupuesto», le dije que en ocasiones, algunos padres tienen un poco de dinero extra y pueden enviárselo a Santa para ayudar con el costo de los artículos más caros para garantizar que todos los niños del mundo obtengan algo. Pero, a veces los padres no tienen nada extra, aun así, Santa envía regalos, pero tal vez no tantos ni tan caros.

¿Cómo decirle eso a los adultos, que no creen en cuentos?

Esta historia suena ambivalente, mensaje  de que todo es circunstancial y de que sin padrino no te bautizas. Ya es conocida. No se ilusionen con promesas: si llegó, llegó y si no en el 2024 y así hasta que mueras, te muestran el filete en foto y nunca llega, pero felices.

Concluyo: Los políticos al igual que Santa tienen tantos seguidores a quienes hacerle juguetes “ayudas”, que tal vez este año no dejarán exactamente lo que pedimos. Sin embargo, lo que les dejó, lo poquito que dio u ofreció fue hecho con deseo, amor y cuidado y será algo que están seguro de que disfrutarán todos los que creen en ellos

jpm-am