Un régimen fuerte desde la familia hasta el Estado

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EL AUTOR es abogado. Reside en Barahona.

POR ULISES GUEVARA FELIZ

 

Para hablar de conducta se hace necesario definir ésta y en una definición sencilla podemos decir que es la forma de comportamiento de una persona. Esta puede ser buena o puede ser mala. Primero, la buena debe ser la regla; segundo, es buena la conducta cuando el ser humano mantiene un perfil correcto, basado en principios en lo moral y lo ético. Es mala cuando el mismo practica lo contrario. 

 

 En la sociedad dominicana todavía en las décadas de los 70 y 80 el patrón de conducta en la familia,   era muy rígida, pero esto se fue perdiendo en las dos últimas décadas; y es por eso que hoy la sociedad tomó otro rumbo en lo que tiene que ver con el comportamiento de una gran parte de nuestra población.

 

Los muchachos y muchachas de mi generación y de un poco más adelante, o sea, los que nacimos a mediados de la década del 60 y los que nacieron en la década del 70, y parte de la década del 80, nos formaron primero papá y mamá, el tío o la tía que estaba de cerca, el vecino, el profesor o profesora.

 

Con esto quiero decir que tuvimos una educación compartida y a la vez una vigilancia por todo el que nos rodeaba. Pero eso desapareció. Papá y mamá de hoy no son los de ayer, el vecino muchas veces no lo vemos, porque nos dividen grandes paredes, el tío poco importa, el profesor y profesora ya no son los mismos, o sea, todo ha cambiado alrededor de la familia y ha dado lugar a que el patrón de conducta se manifiesta de manera negativa.

 

El nivel de crianza era tan rígido que cualquier cosa que un hijo (a) llevara a la casa tenía que justificarlo: ¿dónde tú encontraste esos diez centavos?. Me los dio mi tío (a). No se conformaban con esa respuesta. Los padres iban donde ese tío (a) a ver si era verdad y si no era cierto había una consecuencia que era la pela, aunque no recomiendo ese tipo de pela de esas épocas.

 

Pero sí una consecuencia para que esa mala conducta no se reitere. Hoy día el muchacho o la muchacha les llegan al papá y a la mamá con tenis carísimos, passolas, motocicletas y hasta carros y jeepetas y éstos no les preguntan nada, no les interesa como éstos adquirieron éstas cosas, pues como no hay una vigilancia efectiva de nuestros hijos e hijas, ellos están al libre albedrío situación que ha estado acabando la familia y ese comportamiento se traduce a la sociedad en violencia y delincuencia.

 

EN EL ESTADO

 

Esa situación de mala conducta sin consecuencia ¿es solo en la familia?. Claro que no en las Instituciones del Estado se da lo mismo, situación que en nuestra sociedad no es nueva.

 

Crecí y me he puesto viejo escuchando el término corrupción y a final de cuenta me pregunto: ¿cuál ha sido la consecuencia en contra de los que han desfalcado las Instituciones del Estado?.

 

Muy poca. Entonces se necesita un régimen de consecuencia fuerte desde la familia hasta las instituciones del Estado. No podemos seguir criando muchachos y muchachas sin responsabilidad. No podemos seguir dirigiendo las entidades  como que son de nuestra propiedad. Estas tienen un fin y es dar un servicio y ese servicio quien más lo necesita es el desposeído el hijo de machepa, como diría mi profesor Juan Bosch.

 

Si formamos a nuestros hijos en valores, así mismo esto se manifestará a favor de la sociedad.

Hasta la próxima, si  Dios y ustedes lo prefieren.

jpm/of-am

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