Tres patas sustentan la vida

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Sabemos que la vida comenzó hace muchos años. Unos hablan de 3,000 millones de años desde que una bacteria tuvo vida. Ha sido un larguísimo camino de experimentar, sumar, adaptar, corregir, del que no tenemos recuerdos, pues nuestra mente consciente solo guarda registros desde que nacemos, y muy pocos de los primeros años, pero en nuestra subconsciencia, en nuestras células, al través del ADN la tenemos toda guardada, catalogada y como somos seres energético-cuánticos, ondas vibrantes, todos estamos conectados entre sí en una red inmensa a la que podemos acceder, y esto nos coloca en condiciones de saber lo que queramos con solo preguntar adecuada e inteligentemente (Subconsciente alude a un antiguo término utilizado en psicología para designar el estado mental que es un débilmente consciente y para lo que se halla por debajo del umbral de la consciencia actual o es incluso inaccesible a esta). Una de mis lectoras (Sylvia Nancy) me escribe sobre mi artículo anterior y me dice: “…(Tesalonicenses 5:23). y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo,…» “En el alma están 3 elementos: la mente (pensar), la voluntad (decidir-hacer) y las emociones (sentir). O sea, que el ser humano se conforma así: 1.- espíritu 2.- alma (mente, voluntad y emociones) 3.- cuerpo…” Y así es, para la religión cristiana el hombre consta de tres partes, que son: cuerpo (lo físico), alma (lo relacionado con lo emocional) y Espíritu (lo relacionado con lo espiritual). Gracias al alma el hombre es capaz de canalizar instintos, sentimientos, emociones, pensamientos y decisiones libres, así como de volver sobre sí mismo (auto conciencia) (de wikipedia). Se dice que la subconsciencia no duerme, no tiene que descansar, es rapidísima, siempre está activa contrario al consiente, que duerme, es lento, limitado y a veces no puede digerir todo lo que capta, quedando como energía no procesada, no eliminada, que nos afecta grandemente en nuestra salud corporal desde nuestras subconsciencia, de la que no somos conscientes. Algunos llegan a decir que estas emociones o energías atrapadas son las causantes de todos nuestros desequilibrios y enfermedades (Dr. Hamer), ideas éstas que cada día toman más auge en la comunidad científica al irse correlacionando, y vendrá en el futuro, que la medicina entenderá que tiene siempre y en todo nivel que trabajar con la trinidad de nuestro ser, y no solo querer curar el cuerpo, olvidándose que este es solo una de las tres pata de la mesa del ser, y quizás hasta no la más importante, y que solo es el receptor de las buenas o malas vibraciones de nuestro existir en forma de la perdida de la salud. Dicen que la subconsciencia reside en el cerebro, en ese 90% o más que no utilizamos, y se integra con él como una Terminal de Computadora se enlaza a un gran Servidor, pero donde este último con su gran velocidad y capacidad, es el que manda. La Subconsciencia, con su gran capacidad, velocidad y siempre en vigilia, es quien nos gobierna y tiene los manuales universales desde la creación de la vida y de nuestra salud. Las terapias alternativas nos hablan de comunicarse con la subconsciencia que a su vez también está conectada permanentemente a la red universal y por tanto a todos los seres vivos que habitamos este universo. Esta comunicación en este momento sirve para que el mismo cuerpo nos diga cuales son los orígenes de las enfermedades que le afectan y que se manifiestan por síntomas, y nos maravillamos al saber que son de origen emocional y por patógeno y que ambas se pueden curar eliminando simplemente esos orígenes que crearon desbalances con órdenes mentales, y también con imanes, sin medicamentos. Al escribir esto recuerdo al Dr Máximo Beras Goico en sus intervenciones semanales en el Gordo de la Semana los domingos, quien nos decía lo mism Si en reiteradas visitas al médico y pruebas y análisis una enfermedad persiste, ve con el Psiquiatra, pues es de origen mental. Como él era psiquiatra y esa especialidad médica se asocia con locos, la gente no le hacía mucho caso pues hay enfermedades socialmente inaceptables, pero lo que él decía cada día se comprueba y desarrolla más, y ya en la actualidad un buen Terapista en Emociones Atrapadas, te puede librar de muchas de ellas en minutos o pocas secciones sin un tratamiento psiquiátrico profesional y profundo apoyado con medicamentos generalmente de por vida, y sin que uno relacione ese barrido del alma con estar loco y crea que le resta valor y estima ante la sociedad si esto se supiera. Creo que cualquier tratamiento muy largo o de por vida, nos cura, sino que enmascara la enfermedad, y sigue existiendo un conflicto que persiste en batallas diarias que a veces ante el menor descuido gana, y entonces hay que empezar de nuevo, cambiar medicamentos o dosis. Aun sin cura la vida de esas personas es más aceptable, pero no deja de ser en alguna forma miserable, como la tragedia de Sísifo, fundador y rey de Corinto, la emoción no se ha borrado ni sustituido.

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