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Para protestar y reclamar, motivos hay
El cúmulo de errores registrados en el proceso electoral que aún no termina, como las actuaciones complacientes del presidente de la JCE con el Partido de la Liberación Dominicana, mientras que por el lado de los candidatos opositores, una actitud terca y negativa en la búsqueda de soluciones para que se aplicara la ley electoral en el conteo manual de los votos emitidos, hacen de este proceso uno de los más fraudulentos y cuestionados de la historia de la JCE dominicana.
Las protestas y reclamos de candidatos opositores y seguidores frente a las juntas electorales en todo el territorio nacional, no son producto del pataleo de perdedores, ni producidas por lúmpenes, sin oficios, y vagabundas, como han pretendido establecer las bocinas peledeístas que escriben en la mayoría de los diarios de circulación nacional. De lo que se trata es de reclamos justos por el abuso del poder y el pillaje de las elecciones, producto del contubernio entre el PLD, y la mayoría de los jueces de la JCE y el TSE.
Anomalías como: compras de cédulas y delegados opositores, alteración y manipulación de actas, desestimación por parte del TSE de los reclamos de la oposición y aprobación de los de la reelección, quema de locales de las juntas en algunas localidades, revisión de resultados sólo con presencia de delegados peledeístas, valijas recibidas 72 horas después de las votaciones y sin seguridad, son pruebas fehacientes del robo de las elecciones, lo que tendrá que mover a la dirección política opositora a pasar de la retórica a la acción.
Como era de esperarse, ya salieron los sectores reconocidos y comprometidos en los negocios con el PLD, criticando las protestas mediante el chantaje de que con ellas se busca desestabilizar el gobierno, y alterar la paz social. Los argumentos de estos oportunistas de doble moral que callaron cuando de manera grosera se introdujo el proyecto de reelección en el congreso, y la forma corrupta como fué desarrollado por el señor Joao Santana usando todos los recursos del poder, tienen que ser desoídos por el liderazgo opositor.
Quiero terminar puntualizando lo siguiente, el pueblo está burlado e indignado por el avasallamiento y el abuso del poder, en esta circunstancia el movimiento político opositor sólo tiene la vía de las protestas para corregir los entuertos de la junta, y llevar al gobierno a una situación que se vea obligado a negociar con la oposición la sustitución de los jueces de la JCE y el TSE por vía de constituyente, y aprobar la ley de partidos. Ahora es la única oportunidad que tiene el pueblo de parar la tropelía de este partido, el gobierno juega al cansancio, y si la dirigencia política no actúa, se va a producir una desbandada de la oposición que sólo beneficiaría al PLD para repetir la misma historia en el 2020, lo que le abriría el camino de reditarse como el famoso PRI, partido de corruptos y rateros que gobernó México por más de 70 años.
JPM