La importancia del saldo mínimo

Cada año las autoridades gubernamentales del país elaboran el Presupuesto General del Estado, el cual por más de ocho años ha sido deficitario o formulado con un faltante de recursos que planifican cubrir mediante nuevas deudas nacionales e internacionales.

Alternativa adicional para financiar los gastos corrientes y de capital que representa una carga financiera muy pesada para la nación dominicana ya que su costo al compararse con su retorno resulta superior al sacrificio que los dominicanos deben de hacer para poder honrar dicho compromiso.

Como se sabe toda actividad económica y financiera debe medirse o evaluarse conforme su costo y beneficio en la que debe prevalecer el beneficio por encima de su costo pues de lo contrario se estaría trabajando para estar cansado o por el simple amor al arte laboral.

Es costumbre ya de las autoridades dominicanas dejar a un lado el arte de la planificación operativa y estratégica pues cuando se habla de Presupuesto General del Estado este solo registra las estimaciones de ingresos y los gastos a ejecutarse sin que se tome en cuenta un rubro que resalte los posibles imprevistos que han de suceder durante la ejecución presupuestal.

De ahí que regularmente no se incluye en el Presupuesto General del Estado la partida destinada hacer frente a los señalados imprevistos o simplemente incluir una cuenta o saldo mínimo que represente la meta de ahorros que en lo adelante se convertirá en nuevos gastos o inversiones.

El hecho de incluir dicha partida en el Presupuesto General del Estado seria un indicador de que las autoridades dominicanas están realmente planificando o previendo los desafíos y retos que les impondrán las circunstancias naturales del mundo donde todos los humanos terrícolas viven.

El no hacerlo así, las autoridades y el pueblo dominicanos están expuestos a todos los cambios que se operan en el entorno de la República Dominicana afrontando por lo tanto todos los riesgos concentrados sin que estos puedan ser diversificados o bien administrados.

Quienes hacen políticas fiscal y monetaria conocen la necesidad de vivir debidamente enterados acerca de todas las variables controlables e incontrolables, las endógenas y exógenas que puedan afectar la nación dominicana.

Ante las variables incontrolables y exógenas las autoridades deben emplearse más afondo para evitar los riesgos o probabilidad de que ocurra un evento no esperado, tal el caso de los acontecimientos que en los últimos días han estado sucediendo en el  orden económico, político y financiero a nivel internacional.

Primeramente en lo político se daba por descontado que la señora Hilary Clinton se alzaría con la victoria electoral norteamericana pero no se descartaba de plano que el señor Donald Trump pudiese ganar como realmente sucedió.

Lo anterior representa muchos desafíos fundamentalmente en lo económico y migratorio pues se sabe que la República Dominicana es el primer socio comercial de los Estados Unidos y muchas de sus políticas públicas van a variar con el triunfo del señor Trump quien continuara o profundizara la política de deportación del actual presidente Barak Obama y ello representa menores remesas en dólares hacia la nación dominicana.

En el plano económico ya se habla de que han salido unos US$23,000 millones de los portafolios de países en vías de desarrollo lo que está provocando una depreciación generalizada en las monedas de los países latinoamericanos que de 24 divisas, 22 han caído frente al dólar y desde que Trump se llevo el triunfo se han registrado altos rendimientos en acciones y bonos de empresas estadounidenses y el dólar se ha fortalecido.

Se prevé que el precio del petróleo experimente un aumento significativo ya que la Organización de Países Productores de Petróleo acordó recientemente disminuir la producción de barriles de dicha materia prima.

Ahora se suma que el Federal Reserve Bank of New York decidió aumentar las tasas de interés de 0.50% a 0.75% y se prevé que para el próximo año 2017 esta será elevada hasta 1.4% lo cual traerá a la nación dominicana más gastos financieros o encarecimiento del costo de la deuda externa.

Y porque no, mayores salidas de capitales de la República Dominicana detrás de mejores tasas de rendimiento en los mercados de dinero, divisas y capitales norteamericanos y de que se produzcan menores flujos positivos de dólares por el endurecimiento de las penalidades que el gobierno de Donald Trump aplicaría a las empresas que abandonen los Estados Unidos.

Lo anterior podría ser o no podría ser pero en materia de planificación deben tomarse en cuenta todas las variables que permitirán realizar el famoso análisis de sensibilidad que llevara al analista y evaluador a conocer los distintos escenarios que podrían presentarse a favor o en contra de las finanzas y economía de la República Dominicana.

Pero lo lamentable es que las autoridades dominicanas hablan de presupuestos y planificación que entre lo dicho el hecho hay tremendo trecho, llevando al país al plano de la improvisación.

De ahí la importancia de planificar con visión de futuro y de realizar las provisiones, saldos mínimos o ahorros necesarios para poder hacer frente a los imprevistos o casos fortuitos que podrían surgir en la economía de la República Dominicana.

felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com

jpm

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