Idiotas escogiendo idiotas

En materia electoral, yo creo que todos estamos de acuerdo, y por lo tanto, no debe estar en discusión, que nadie puede esperar resultados distintos votando exactamente por la misma gente (candidatos) y por los mismos partidos de siempre.

La pregunta obligada entonces es: ¿Qué va a seguir ocurriendo en nuestro país (que no marcha bien), si nuestra gente más educada e instruida, dueña del voto más útil, consciente y razonado, persiste en no ir a ejercer su derecho fundamental al sufragio activo (votar), provocando el abstencionismo que todos conocemos?

Simple. Los menos educados e instruidos (capturados por los programas sociales, las cajas de comida, el Pica Pollo y los quinientos pesos), seguirán siendo los protagonistas de las elecciones (los que seguirán decidiendo significativamente).

Es decir, los idiotas seguirán escogiendo a otros idiotas, pues con ellos se sienten dignamente representados.

El presente y el futuro de un país depende en gran medida de la calidad de sus autoridades. Si seguimos permitiendo que gente menos educada e instruida que nosotros (gente muy vulnerable) siga eligiendo libremente a narcos, lavadores de dinero, granceros, sindicalistas, riferos y analfabetos funcionales en los puestos públicos de elección popular, no esperemos mejorarías al actual estado de cosas en el que nos encontramos.

Tenemos que dejar atrás el tradicional fanatismo que acompaña a mucha gente al momento de votar. Dejar atrás la irracional actitud de que la lealtad a su partido de militancia lo obliga a votar por todos los candidatos de su partido, sin importar si son o no los más idóneos para ocupar el cargo.

Este llamado tendrá muy poco impacto en los votantes más vulnerables (subsidiados) y los que votan irracionalmente (los fanáticos de los partidos), pero en los más pensantes, es decir, en los votantes más educados, instruidos y conscientes, a los que nadie puede comprar con una caja de comida, un Pica Pollo y/o 500 pesos, si que tiene una vital importancia.

Si las personas más educadas e instruidas deciden ir masivamente a votar en el 2024, podrían marcar la diferencia entre seguir teniendo tantos ineptos en los puestos públicos, o gente profesionalmente más instruida y competente para ocupar los puestos de elección popular.

Si por el contrario, su apatía subsiste en las próximas elecciones (quedándose en casa), los idiotas, que son la base electoral más importante de los partidos tradicionales, seguirán escogiendo otros idiotas, pues al fin y cabo, es con ellos que mejor se sienten representados, por su innegable afinidad.

jpm-am