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Martissant controlado por las pandillas; autoridades en jaque
MARTISSANT.- Desde el 1 de junio de 2021, este distrito de Puerto Príncipe se ha convertido en »Marti Sangre» . Es imposible que la prensa y los organismos de derechos humanos cuenten el número de víctimas entre la población.
En esta zona de la capital la muerte se vuelve un lugar común, perros y cerdos se alimentan de los cuerpos de personas muertas y abandonadas en la vía.
Indiscriminadamente, bandas armadas han abierto fuego contra los buses de transporte público que se aventuran a la vía desde el inicio de la guerra entre los grupos armados el 1 de junio.
El senador Joseph Lambert, funcionario electo del departamento del Sudeste, afectado por la guerra de pandillas en Martissant, indica que, como todos, toma el camino a Tara’s para ir y venir entre Jacmel y Port-au-Prince.
Como todos los demás, el parlamentario evita el camino a Martissant. Es una situación repugnante, criticó el presidente de la tercera parte del Senado. El parlamentario fustiga al Primer Ministro que multiplica las promesas cuando nada cambia.
“¡Pegar o fallar! O solucionas el problema llegando a un consenso para darle más autoridad al Estado o te vas. Hay que tomar una decisión”, lanzó el viernes por la mañana en radio Magik9 Joseph Lambert dirigiéndose a Ariel Henry, Primer Ministro y también Presidente del Consejo Superior de la Policía Nacional.
Son cuatro senadores en ejercicio en el Gran Sur que están directamente afectados por la situación de la guerra de pandillas en Martissant.
Para el exalcalde de Carrefour Yvon Jérôme, la población de esta localidad y los departamentos del gran Sur están en prisión desde el 1 de junio. “Una prisión económica y de salud”, dijo. «La vida y la fuga de cerebros no significan nada para los líderes del país», dijo.
Según Yvon Jérôme, la guerra de pandillas en Martissant tiene consecuencias sociales, culturales, sanitarias, educativas y económicas para la población. Se han perdido miles de empleos por la situación en Martissant, señaló.
“Es difícil encontrar un conductor que acepte tomar la carretera de Martissant para entregar mercancías, incluso si se les paga con dos o tres meses de anticipación. Cuando logras encontrar un camionero que accede a hacerlo por los riesgos, te cobra una tarifa que supera la ordinaria. A todo ello se suma el aumento del precio del gasóleo. Lo más grave es el nuevo factor que entra en juego: el cabotaje. Al principio te hacían pagar 500 dólares para cruzar con un camión, el monto subió a 700, 900. Ahora, se rumorea que el monto subirá a 1,200 dólares”, explicó Friteau Marc, presidente de la Cámara de Comercio del Sureste. .
Una situación que también hace insoportable la vida en los departamentos de Sud, Nippes y Grand’Anse, devastados el 14 de agosto de 2021 por un terremoto.
Mientras los precios de los artículos de primera necesidad están subiendo a nivel nacional, el bloqueo de la carretera en Martissant está aumentando aún más los precios de estos productos en estas zonas.
«Doy la garantía de que el tramo de carretera de Martissant, que conduce al gran Sur, será despejado y el control será asumido por la Policía Nacional de Haití (PNH) que, a pesar de sus medios limitados, puede estar encantada con resultados convincentes en la lucha contra la inseguridad y el bandolerismo», prometió el Primer Ministro el 11 de febrero. Dijo en su momento que la carretera Martissant controlada por grupos armados desde el 1 de junio, que da acceso a las regiones del sur, volvería a ser como antes.
“Tan pronto como sea posible, la policía despejará el camino a Martissant. El papel del gobierno y la policía es permitir la libre circulación de personas y bienes. Esta es una de nuestras principales prioridades”, dijo Ariel Henry.
“Estamos comenzando a identificar a quienes alimentan y financian a las pandillas. La situación en nuestro país debe cambiar. Todo ciudadano debe poder vivir y circular libremente en su país”, prometió el titular del Consejo Superior de la Policía Nacional. Más de un mes después de estas declaraciones, la situación solo se está deteriorando.
De: Le Nouvelliste
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