El Festival de Málaga abre un escaparate al cine dominicano

El embajador de la República Dominicana en España y presidente temporal de la SICA, Olivo Rodríguez Huertas, mostró su satisfacción por el hecho de que un festival «con un prestigio como el que tiene el de Málaga» haya accedido a acoger esta muestra.

Ello permitirá a los espectadores «apreciar la calidad de las producciones que se realizan en estos países en los que, a pesar de haber llegado un poco tarde, la cinematografía en personal y recursos logísticos va siendo una importante fuente», añadió.

Según el embajador, «más allá de los aspectos tradicionales de la relación en materia económica y de políticas sociales», su país quería incluir durante su presidencia de seis meses de la SICA lo relativo a la cultura y la difusión del cine como «aspecto vital en el diálogo constructivo que se da entre España y Latinoamérica».

Por su parte, el embajador de Honduras en España, Norman García Paz, recordó que el Festival de Málaga se dedicó inicialmente al cine español y se ha ampliado al cine en español, algo que «no es más que un efecto de la globalización, que todo el mundo cree que sólo tiene que ver con temas políticos y económicos».

Las proyecciones comenzarán esta tarde con «Todos bailaban», de Jurek Jablonick, que fue el primer cortometraje hondureño en participar en la selección oficial del Short Film Corner del Festival de Cannes y sigue la vida de Fernando, un alumno de último año en un colegio de Honduras y bailarín profesional de ballet que se convierte en objeto de pesadas bromas y de abuso físico y mental.

También hoy se podrá ver «Sambá», de la República Dominicana, dirigido por Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas, que participó en el Festival de Tribeca y en el Bafici de Buenos Aires y narra una historia de supervivencia centrada en el boxeo.

Mañana será el turno del documental «1, 2, 3 a bailar», del nicaragüense José Wheelock, que ofrece un retrato de Nicaragua a través del movimiento corporal que se manifiesta en tres expresiones de baile.

La jornada de mañana se completa con «Paname: el fantasma del gran francés», de Daniel Zapateiro, documental panameño centrado en la aventura del diplomático francés Ferdinand de Lesseps para abrir una zanja a través de Panamá que uniera los océanos Atlántico y Pacífico.

El jueves se mostrará la guatemalteca «Septiembre, un llanto en silencio», de Kenneth Müller, un drama basado en hechos reales sobre un padre y su hija que emprenden un viaje marcado por la supervivencia durante una de las épocas más difíciles del conflicto armado interno del país.

A continuación, se podrá ver la película salvadoreña «Uno, la historia de un gol», de Gerardo Muyshondt y Carlos Moreno, que da cuenta de la epopeya de El Salvador durante la segunda clasificación de su historia para una Copa del Mundo, la de España 1982, desde las eliminatorias hasta los tres partidos que disputó en aquel Mundial.

El ciclo se completará con la costarricense «A ojos cerrados», de Hernán Jiménez, un drama familiar sobre la vejez y la amistad centrado en la unión entre un abuelo y su nieta tras la desaparición de la abuela.