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POR RAFAEL PUELLO NINA
Es difícil escribir o decir algo de despedida cuando un ser querido fallece y sobre todo cuando se trata de un padre o una madre.
La muerte es la etapa final de la vida desde el punto de vista de la biología y la más traumática desde los cimientos de la sociedad humana.
Ella deja improntas que quedan grabadas en la memoria, crisis emocionales, catarsis, éxtasis, arrepentimientos y otras secuelas que nos golpean y no nos dejan vivir.
Estamos consciente que es la más segura en este corto viaje por la tierra, mas no reflexionamos al respecto y no aprovechamos al máximo cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo para llenarla de sonrisas, abrazos, solidaridad, amor al prójimo y a nosotros mismo.
Hoy más que ayer vivimos en una sociedad que golpea los cimientos de la familia, que la destruye, la tambalea. La honestidad, honradez, la humildad y la solidaridad se esfuman dando pasos a los antivalores, viéndose estos como un estilo de vida normal.
A pesar de todo esto y del corto viaje por este mundo la familia Puello Nina ha sido bendecida y beneficiaria de un padre que dió ejemplo de honestidad, honradez, solidaridad, humildad y desprendimiento material a lo largo de su longeva vida. Pero ese ejemplo de vida no te lo llevaste, lo dejaste sembrado en tus hijos, nietos y bisnietos y en todos aquellos que vieron en ti un ejemplo de vida.
Hoy estamos reunidos al igual que en julio cuando nos encontramos para celebrar tus 70 años de casado con nuestra querida madre Margarita. Pero esta vez más que una reunión o encuentro es un momento de regocijos por tu deber cumplido como buen padre y amigo.
Por eso tú siempre estará presente en cada día de vida de cada uno de nosotros. Tu vida fue una obra maestra que quedará en cada uno de los aquí presente, la que recordaran e interpretaran de mil maneras.
Te damos las gracia padre y recordarte una palabra sabias que siempre expresaba cuando cumplías años y que decía “no cumplo años pierdo cada vez un año más de vida”.
De esa misma manera dos grandes pensadores definían el tiempo: Saramago y Galileo. “La edad se puede medir o definir como el tiempo ya vivido”.
Gracias Padre, gracias bienvenido, gracias Bienvo. Gracias por siempre
(Félix Puello fue un conocido maestro de zapatería que falleció la semana pasada en la ciudad de San Cristóbal)
JPM
Dice el refran: «de tal palo tal astilla» Buen Padre y buenos hijos. los conozco a todos y me consta. Dios lo recibira en su santa morada. EDP.
Mis condolencias pata ti Rafelito y toda la familia.