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Populismo versus disciplina interna en los partidos
El populismo representa lo fácil, generalmente se debe a una moda, es la cantidad sin orden; el entren todos, donde depurar no es un método, y en término político, es un paso directamente proporcional para formar una maquinaria electoral, ya que su accionar es supuestamente a favor de los intereses del pueblo, aunque no lo tomen en cuenta en las decisiones.
Mientras que la disciplina, nos muestra un procedimiento, una forma de hacer las cosas, donde las reglas y normas, si son violadas, usted puede ser apartado o por lo menos recibe algún tipo de reprimenda.
Así se impone la disciplina, una hermana siamesa del carisma, que son tan influyente y determinantes para crear la masificación y el populismo en el largo plazo.
La disciplina, es tan importante que empuja a la creación de la cantidad y el mencionado populismo en un largo plazo, si no se toman los correctivos de lugar, como son: la orientación y la vigilancia, acompañándolas siempre de una supervisión efectiva y evaluadora.
Es decir, la disciplina es una cualidad tan buena, que en su germen tiene algo malo; hacerse expandir hasta hacer explosión, y nace su heredera opuesta o antagónica, la cantidad expresada en la masificación, antesala inminente del populismo.
Mientras que el populismo convertido en maquinaria electoral, es un arma letal para hacerse eficaz, o sea, alcanzar el objetivo y llegar a la meta, logrando lo buscado, en estos casos, ganar elecciones.
Aunque también hay que observar, que esa bondad, de un partido populista masificado, es débil, ya que en él está su autodestrucción tarde o temprano, y cuando explota, al hacer explosión, su nueva composición o restructuración, es un trabajo artesanal de una o dos décadas y cuidado si es que vuelve a compactarse igual.
De ahí, que a los partidos políticos tradicionales en la República Dominicana, a modo de advertencia, le planteamos, que manejen bien y con cuidado sus maquinarias electorales imparables, que no sea por ellas mismas, ya que su reinado, cuando se cree más seguro y firme, es cuando podría estar en su momento más crítico o explosivo.
Por tanto, decimos que frente al populismo versus la disciplina, y viceversa, únicamente existe un mecanismo que le hace frente con éxito, la institucionalidad institucionalizada, es decir, donde no decida el hombre de la coyuntura o el momento, sino que prime la Ley de la organización y la del país que lo sustenta.
