Terrorismo: amenaza  permanente siempre

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El autor es abogado. Reside en Santo Domingo

El terrorismo es el delito contra la seguridad pública caracterizado por actos de violencia calificados por el medio empleado, generalmente explosivos, sustancias incendiarias o armas adecuadas para grandes estragos, y cualquier medio capaz de perturbar gravemente los servicios públicos.

La revolución francesa inventó el terror y los revolucionarios rusos el terrorismo. Históricamente las olas de terrorismo ha sucesivamente barrido el planeta (anarquismo, nihilismo, luego terrorismo balcánico, seguido de terrorismo Oriente medio.

Su finalidad primordial es perturbar el orden, atemorizar a la sociedad o a ciertos grupos, o realizar venganzas o represalias para desintegrar el régimen político o social imperante.

La represión del terrorismo, como figura típica, y no como medio de comisión de otros delitos, suele ser considerada en momentos de excepción, mediante leyes de emergencia, cuya severidad pretende poner coto a tales actividades; pero que suele incurrir, con lamentable frecuencia, en legislaciones limitativas de prístinos derechos como los de opinión, reunión , etc.

Desde los años 1960, el enfrentamiento Este-Oeste y el equilibrio del terror entre los dos bloques conllevan la creación de una “zona de principales intereses” en el seno de la cual el riesgo nuclear prohíbe la guerra.

El terrorismo internacional se convierte pues una estrategia indirecta de lucha entre las dos superpotencias que se enfrentan entonces a distancia por intermedio de organizaciones terroristas y bajo cobertura de reivindicaciones nacionalistas (en Europa sobre todo en el Próximo y en el Medio-Oriente).

Hoy, comprender y ver la palabra “terrorismo” provoca sin duda en la mayoría de individuos las mismas representaciones cognitivas: las del 11 de septiembre del 2001 primero, los atentados a repetición en Irak después, y esas escenas de pánico después de una explosión a un coche bomba o una bomba en el transporte público.

El fin de la guerra fría y la desaparición de los dos bloques perturbaron el panorama terrorista. Algunas organizaciones desaparecen, otras perduran pero son menos activas, y nuevas entidades surgen.  Impulsado por consideraciones políticas o ideológicas, el terrorismo de estado de la Guerra Fría prácticamente ha desaparecido como tal. Las entidades terroristas del desorden global siguen una lógica diferente. Son aún más amenazantes, porque se expanden en pequeñas estructuras híbridas (que mezclan política y crimen organizado) que pueden atacar casi en cualquier parte del mundo.

La incapacidad de las organizaciones internacionales a elaborar una definición oficial del terrorismo es proverbial (la Organización de las Naciones unidas-ONU_ también está trabajando en el tema con la Convención Integral sobre Terrorismo Internacional, en construcción desde 1996.

En la ausencia de definición oficial del terrorismo y de un consenso de los Estados para adoptar una, el secretario general de las Naciones unidas propuso en el 2005 que sea calificado de “terrorista” “todo acto destinado a matar o a herir civiles y no combatientes afín de intimidar una población, un gobierno, una organización e incitarlo a cometer un acto, o al contrario a abstenerse de hacerlo”.

La convención europea del 10 de julio 2000 para la represión del financiamiento del terrorismo adoptó la definición siguiente: “Todo acto destinado a matar o herir gravemente un civil o toda otra persona que no participa directamente en las hostilidades en una situación de conflicto armado, cuando por su naturaleza o por su contexto, ese acto pretende intimidar una población o a contradecir un gobierno o una organización internacional a realizar o a abstenerse realizar un acto cualquiera.” 

Para que un acto sea reconocido como terrorista, debe reunir tres elementos: Aterrorizar, constreñir, y desestabilizar. Si los dos primeros criterios son ampliamente admitidos, la interpretación del tercero es la fuente de muchos conflictos que dañan a la elaboración de una definición universal del terrorismo.

En efecto, descansa sobre una apreciación subjetiva de la motivación de los autores que varía según los Estados. ¿Qué legitimidad le damos a un acto terrorista cuyo móvil es la defensa de las libertades? ¿Bajo qué criterios se puede calificar a un autor como «terrorista» o «luchador por la libertad»? Para algunos Estados, el terrorismo es igualmente una variante de la criminalidad organizada.

La evolución reciente del terrorismo muestra que muchos grupos terroristas, actúan bajo cubierto de motivos religiosos, ideológicos o políticos, se han, convertido  de hecho,  de “simples” traficantes de armas o de estupefacientes. Es por lo que algunos Estados buscan a despolitizar el terrorismo y hacer una forma de criminalidad organizada. 

jpm-am

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butifar comillas
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1 Año hace

Hablando de los estados que han usado el terrorismo como forma criminal organizada, ahi tenemos a los Estados Unidos, Israel y comparsa como magnificos ejemplos.

El intelectual
El intelectual
1 Año hace
Responder a  butifar comillas

ES CIERTO; ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA E ISRAEL UTILIZAN EL TERRORISMO COMO FORMA CRIMINAL ORGANIZADA Y EL HAMAS UTILIZA LAS ORACIONES Y LAS CANCIONES DE CUNA.