Sobre el panorama político nacional (OPINION)     

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EL AUTOR es periodista. Reside en Santiago.

Con la crisis económica que hoy sacude al país, fruto de los altos precios de todos los productos que se consumen de manera masiva, con un mantenido desabastecimiento de alimentos agropecuarios, porque el gobierno no tiene políticas de fomentos, con una permanente violencia y criminalidad, el Presidente Luis Abinader no debería llegar a un grado de popularidad de un 25 por ciento,. Pero está sobre los 40.

El problema está en que el principal organismo político  de oposición, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), sigue confundido en sus procedimientos.

Pero no es porque el aspirante presidencial del PLD, el santiaguero Abel Martínez, no tiene popularidad, sino que le tocó buscar el cargo en una organización que se dividió hace algo más de dos años, con la renuncia de su presidente, Leonel Fernández Reyna.

Aún con sus problemas, el PLD es una estructura política con mucha fortaleza, muy difícil de destruir.

Abel Martínez tiene preocupado al Presidente Abinader, quien no sale de Santiago haciendo amarres políticos. El equipo de campaña del Presidente se creyó que destruiría rápidamente con campañas sucias a Martínez, pero ocurre que se encontraron con un dirigente que responde con agresividad cada acusación en su contra,  sin importar que la respuesta sea directamente al jefe de Estado.

Abel Martínez tiene un equipo de estrategia que su único trabajo es investigar, lo que le permite contar con una “caja” de respuestas para cada uno de sus adversarios, sin importar el tamaño de la figura. ¡Y sus respuestas son venenosas!

El Presidente Abinader, como gran empresario, sabe que una lucha de acusaciones sólo lo convierte en perdedor político y económico. Es por esa razón que está prefiriendo usar parte de los recursos del Estado, para conquistar a políticos de la oposición.

Pero de tiempo en tiempo, usa el poder del gobierno para amedrentar y llevar a la prisión a ex funcionarios del gobierno de Danilo Medina Sánchez.

A principios de este gobierno, algunos de sus funcionarios comenzaron a hacerle acusaciones al líder de la Fuerza del Pueblo y ex Presidente de la República en tres ocasiones, Leonel Fernández Reyna, llamado “El león”, que rugió atacando con todo su poder, lo que provocó el silencio de sus acusadores.

La mayoría de opositores que ya se fue del PLD, fue conquistada por Abinader en las elecciones pasadas. ¿Cómo lo hizo? Aprovechó el disgusto que se produjo a lo interno del PLD, con la  escogencia de Gonzalo Castillo como candidato presidencial, que con menos de cinco meses de campaña, logró un 38 por ciento de los votos, que fue una gran votación para el tiempo. ¡Pero no es un político y no volvió a aspirar con todos esos votos!

El gobierno, para dar otro golpe, así lo piensan los estrategas del Partido Revolucionario Moderno (PRM), apresó a Gonzalo Castillo, Ramón Peralta, Donald Guerrero y a otros, los primeros  acusados de supuesta corrupción en sus gestiones como ministros de Obras Pública, Administrativo de la Presidencia y de Hacienda. Otro grupo de ex funcionarios fue sometido a la Justicia por la misma acusación.

¿Pero cuántos, de los más de 25 funcionarios de la actual administración, cancelados por el Presidente Abinader por supuesta corrupción en el Estado, están en la cárcel?

¡No hay uno preso!  Retomando el otro tema, hubo municipios, en la campaña electoral del 2020, que los dos principales candidatos a Alcaldías, uno del PLD y el otro del PRM, fueron financiados por Abinader.

¡Así como usted lo está leyendo!  Pero eso no sólo ocurrió con candidatos a alcaldes, sino a senadorías y diputaciones, sin dejar de mencionar a dirigentes intermedios de la oposición, que la gente se preguntaba qué sucedía que éstos no se veían buscando votos el día de las elecciones presidenciales del 2020.

Y, para completar la operación, esos dirigentes decidieron irse del PLD o de las otras organizaciones a las cuales pertenecían. En el caso del PLD, en algunos alcaldes hubo frustración al perder sus precandidatos, como podría ser el caso del de Tamboril, Anyolino Germosén, una destacada figura que el PLD, por la misma centralización de poder, no supo conservar.

Pero lo que debe importar de toda esa historia, es que Abinader está trabajando para ser reelecto por la minoría de votantes, sin pensar en que la mayoría esté en contra de su gobierno. ¡Y no hay que analizar ninguna estrategia, si los principales partidos políticos acuden de manera individual a las elecciones! En una segunda vuelta, el Presidente barrerá usando los recursos del poder, aunque busca ganar en la primera.

Si el Presidente logra su objetivo de “amarrar”  tres millones de votos, a la oposición sólo lo salva que el PLD, la Fuerza del Pueblo, el Partido Revolucionario Dominicana (PRD) y un sector del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), hagan una alianza ya, haciendo una encuesta nacional para escoger entre Abel Martínez y Leonel Fernández al candidato presidencial. ¡O podría ser otra la opción!

El que reciba menos votos, sería el candidato a vicepresidente de la República. Abinader está casi solo luchando por su reelección. La mayoría de sus funcionarios no tienen apoyo en la base del PRM y menos a nivel general.

Las obras que el Presidente está desarrollando y las que ya hizo en el Cibao, deberían tener al jefe de Estado con una popularidad que sobrepasara el 50 por ciento. ¡Pero no hay seguridad de que gane en esta zona!

jpm-am

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