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¿Reforma impositiva?: ¡No!
Una nueva reforma impositiva, a corto o largo plazo, afectará la economía de los sectores más pobres de la población. No es una estabilidad de los cuadros impositivos, sino que siempre se amplía una parte determinante que va a las costillas de los pobres.
Con la economía siendo impulsada por el dólar, o la convertibilidad en moneda local, sería una locura implementar reformas impositivas, que desde luego van siempre a caer en las costillas de los consumidores.
Aunque los economistas lo disfracen y busquen el lado agradable, sino hay consumo, sino hay demanda, entonces no se venden ni se dan los servicios, y por consiguiente los impuestos se quedan en el bastidor.
De ahí que sin ningún miramiento, las reformas fiscales no se pueden tomar a la ligera, y más cuando cada día van en aumento los costos de los impuestos aplicados al consumo y a los servicios. El dominicano de la calle paga demasiados impuestos, y eso es terrible.
No se olvide, aunque haya economistas que lo maquillen, que, por ejemplo, las grandes tiendas son agentes retenedores, que cobran el impuesto al cliente y luego lo pagan al organismo competente. Cuándo usted compra una libra de carne de pollo, o una libra de salami, mantequilla o queso, no sabe en verdad cuánto de impuestos está pagando por una libra.
Ahora mismo hay un aumento sostenido en artículos que se pueden considerar de primera necesidad. La postura del gobierno debe ser supervisar el valor de esos artículos, su verdadero costo de producción, fijar los márgenes de ganancia y estabilizar en base a ese sondeo el valor real a que se deben vender.
Los comerciantes mayoristas y minoritas, los almacenistas, los capitalistas, son en suma los responsables de los aumentos desproporcionados en los artículos de la canasta básica. A ellos no se les aplican controles, por aquello de la globalización de la economía.
Antes de pensar en reajustes de impuestos, o reforma impositiva, se tiene que ir a lograr una rebaja y un control en los precios de venta de todos los comestibles, para bien y tranquilidad de la familia dominicana.
JPM
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