RD muy cerca de escoger un presidente honesto

La RD está muy cerca de escoger un presidente como Andrés Manuel López Obrador de Méjico que con sus conferencias de prensa diarias está dando cátedras a los políticos y empresarios del sistema neoliberal de como se hace un gobierno honesto y transparente.

No sé si es en el 2020 o el 2024 pero la lucha social y política hará parir un presidente que ponga al ser humano por encima de los intereses económicos, que no permita los privilegios, enfrente la corrupción y produzca las grandes transformaciones el estado.

Es cuestión de tiempo para que surja ese amigo de los dominicanos que se dedique a fortalecer y recobrar las funciones de las instituciones públicas y a reducir a cero los contratos privados mediante los cuales se están robando el presupuesto nacional.

No importa por donde empiece. Hay que reducir los ingresos del Congreso para suspender el barrilito y demás privilegios y crear un legislativo unicameral de 32 diputados. Es inaceptable que tengamos a 222 congresistas gastando más de $ 5 mil millones para hacer copias de leyes, no fiscalizar nada y repartir dinero.

Es de justicia prohibir que los empresarios y funcionarios se apropien de las playas, parques y del agua y arena de los ríos. Hay que recuperar nuestros recursos naturales, mineros y acuíferos que están privatizados y proteger los parques nacionales amenazados.

Aun haya que mover cielo y tierra, debemos enfrentar las mafias empresariales que se han apoderado del sector eléctrico y de la salud pública para convertirlos en negocios y derrotar las pretensiones neoliberales de fortalecer el sector privado y debilitar el público.

Si en verdad queremos mejorar el servicio de agua lo primero es reducir el negocio privado y construir más acueductos así como también corregir las averías, incrementar el caudal de agua y recobrar las funciones de INAPA y de la CAASD que los políticos tradicionales las han convertido en dos elefantes blancos.

Aunque no sean parte de sus atribuciones legales y administrativas, hay que resolver el desorden de los espacios públicos de la Duarte con parís, el desorden del kilómetro 9 de la Autopista Duarte y el desorden de los buhoneros de la Avenida George Washington. Igualmente, hay que trasladar el mercado nuevo y recuperar calles y aceras del país pero en forma especial de Villa Juana, Villas Agrícolas y Villa Consuelo.

Para recuperar la credibilidad de la justicia, la fiscalía y la policía, que sus decisiones sean mas confiables y que nadie las asocie al delito, hay que mejorar el salario, limpiar de arriba abajo sus miembros, hacer cumplir la ley y la constitución y darle independencia de la política.

Pero, independientemente que recobremos las funciones del poder judicial y que enfrentemos a los corruptos, no hay mejor remedio contra estos políticos inmorales que cambiarle el modelo neoliberal para quitarle todos los espacios donde exhibir y usar su riqueza.

Si de transparentar y eficientizar el trabajo de los empleados públicos se trata, debe reducirse en un 50% el salario de los funcionarios de libre remoción y nombramiento y aumentar el salario de los servidores del estatuto simplificado y del sector privado con el propósito de reducir la desigualdad salarial y social.

Pero lo correcto es no votar por los mismos políticos de siempre. Si gana Leonel, Abinader, Hipólito o Danilo o ganan sus congresistas y sus síndicos, triunfa la reelección y los ricos. Y si gana Narciso Isa, Manuel Salazar Marino Zapete, Huchi Lora, Ricardo Nieve, Minou  o Guillermo gana el pueblo.

Hay que aprovechar esta oportunidad para pasarle facturas a quienes han propiciado la impunidad, la corrupción y el clientelismo. Debemos favorecer el surgimiento de una nueva clase política que reabra el camino de la libertad, la soberanía y la decencia. Que nos permita dignificar la policía y los empleados públicos con mejoras salariales y reducir la deuda eterna que cada día nos hace más pobre.

Todavía hay tiempo para reflexionar y decidir si seguimos con estos viejos partidos que no han resuelto uno solo de los problemas sociales o lo cambiamos por nuevos grupos que hagan posible un cambio de modelo económico hacia una democracia participativa y protagónica.

En ese camino no debemos dejarnos engañar con el cambio de nombre de un partido ni con candidatos nuevos. Son neoliberales y defienden los ricos. El partido reformista es el mismo partido dominicano de Trujillo usado para la masacre y el crimen. El PRD es el mismo PLD que tiene 18 años de corrupción y delincuencia. El PRM es el mismo PRD que duró 12 años en el poder y nos dejó un presidente suicidado y otro preso por corrupción.

El pueblo dominicano, a pesar de estar manipulado a favor de estas cúpulas políticas. Va a rechazar a quienes prometen villas y castillas y hablan de cambios para engañarnos. Está dispuesto a luchar, unirse y vencer. Lo ha dicho y requetedicho en varias encuestas: la mayoría prefiere un candidato extra partido.

Estamos harto de escoger a estos partidos y a tantos comerciantes y vividores de la política. Hay que buscar presidentes, congresistas, regidores y síndicos, que no estén vinculados con la corrupción y la delincuencia, que no hagan compromisos a cambio de apoyo y dinero  y que le den un giro a esta democracia por otra más humana que favorezca más a la población que a las élites económicas de turno.

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