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Predicho y hecho: Cayó Buteflika
En marzo 8 publicamos el artículo “Los idus de marzo, Buteflika y Danilo” que nos provocó agradables sorpresas. En marzo 16 José Antonio Martínez Rojas, guiado por un desbordante sentido de amistad divulgó su trabajo “Elogio para Eulogio Santaella” como primera de dos entregas en que compartió ilustradoras vivencias, fruto de su vinculación con actores fundamentales de la independencia argelina. Como articulista bisoño expresamos nuestro agradecimiento público, a un versado intelectual, como lo es el amigo José, “El Cubano”, autor de emblemáticos libros sobre su especialidad, Derecho Internacional. No había desaparecido el asombro inicial cuando en marzo 18 el aspirante presidencial Leonel Fernández, publicó su escrito: “En Argelia, el caso de Bouteflika” abordando nuevamente ese trascendental tópico de política internacional el cual, en nuestro artículo lo asociamos primigeniamente con la política vernácula, relacionando abiertamente a Buteflika con Danilo.
Escribí, sin parábolas: “Buteflika debería ponderar los idus de marzo”. Como las elecciones, previamente amañadas, estaban pautadas para abril 18, sentenciamos: “Los idus de marzo podrían ajusticiarlo y derrocarlo antes de abril”. Sin pretender ser augur, coincidencialmente acertamos por aproximación, con margen de error aceptable. Buteflika no cayó antes de comenzar abril, sino poco después. Renunció, el 2 de abril, con 20 años de gobierno y ambicionando prolongarlos a 25 .En silla de ruedas, vistiendo una túnica color marfil, típica del norte de África, entregó al presidente del Concilio Constitucional una dramática carta de renuncia: “Esta decisión que yo tomo en mi espíritu y conciencia está destinada a contribuir al apaciguamiento de los corazones y mentes de mis compatriotas, para permitirles llevar a Argelia hacia un mejor futuro al cual ellos legítimamente aspiran”.
Luego de renunciar divulgó su despedida a sus: “Queridos hermanos y hermanas”. “Hoy yo soy un ciudadano ordinario, pero permanezco orgulloso de mi contribución para dirigir Argelia al siglo 21 en una mejor situación y con un significativo progreso en todos los campos, para el beneficio del pueblo argelino que me había honrado siendo su presidente por 20 años”. “Deliberadamente acepté el más alto puesto del país para cumplir las misiones que Alá me ayudó a asumir desde cuando, como un soldado me uní al glorioso Ejercito de Liberación Nacional…”. “Día tras día y año tras año, algunas veces adversos, algunas veces prósperos, yo he tomado acciones, algunas de ellas satisfactorios y otras menos… pero la acción humana, por su naturaleza, siempre necesita mejoría”. “Para mí, renunciar no significa romper los vínculos de afecto entre nosotros, y mucho menos olvidar mis memorias con ustedes… Ustedes estarán siempre en lo más profundo de mi corazón”. “Errar es humano, pero yo les pido su perdón por cualquier fallo hacia ustedes, de palabra o hecho. Yo les urjo a mantenerse unidos, nunca dividirse y vivir asumiendo la responsabilidad de preservar el mensaje de nuestros bravos mártires”.
Buteflika rindió grandes servicios a Argelia como líder tercermundista. Luchó contra Francia desde los 19 años y declarada la independencia fue Canciller 16 años .Durante la Guerra Fría interactuó con figuras mundiales. Recibió al “Che” en Argelia, propició el primer entrenamiento militar del joven Mandela, trató con Kissinger , negoció la liberación de los ministros de la OPEP secuestrados en su sede de Ginebra por Carlos “El Chacal”. Presidiendo la Asamblea de la ONU el régimen del “apartheid” fue excluido de ese organismo, y fue recibido allí, por primera, vez Yasser Arafat. Como presidente pacificó Argelia, terminando una sangrienta guerra civil instigada por fundamentalistas islámicos, que causó más de 200,000 muertos. Catapultó la imagen internacional argelina. Con el ataque al WTC de Nueva York se alió a Estados Unidos para luchar contra el terrorismo de Al Qaeda.
La ambición de poder manchó su vida. Veinte años como presidente no eran suficientes para él. Fue por más. Quería un 5to período consecutivo para completar 25 años de dominio, a pesar de su desgaste físico y político. Todo se derrumbó. El cuasi prócer cayó abatido, vergonzantemente, por la codicia. Pronto también caerá su camarilla.
Buteflika encarna en su calvario la fulminante sentencia de Jacinto Benavente: “Cada hombre lleva en sí, el Cristo de su redención y el Adán de su caída”. Danilo debería tener en cuenta a Buteflika y a Benavente, para descartar su pretensión de imponernos su inconstitucional re-reelección. La ciudadanía vencerá el continuismo del PLD y la re-reeleccion de Danilo.