Obras Públicas a la redonda
Pocas instituciones del Estado pueden exhibir hoy en día el dinamismo del Ministerio de Obras Públicas, eficientemente dirigido por el Ingeniero Deligne Ascención. Su presencia se ve y se siente a la redonda del territorio nacional.
Y ese portentoso trabajo que realiza el Ministerio de Obras Públicas en provecho de todo el pueblo dominicano tiene implicaciones sociales, políticas, económicas y hasta de redención humana, que toca a importantes núcleos residenciales de municipios, distritos y campos muy deprimidos y alejados, por décadas del ojo realizador y compasivo de los que gobernaron el país.
No pretendo, con esto, desconocer los aportes hechos por otros incumbentes del Ministerio de Obras Públicas, sencillamente hago justicia al trabajo sin igual que realiza el equipo del ingeniero Ascención, porque es más abarcador, constante, más humano y desarrollista que el desplegado en otras épocas recientes.

Y ese trascendente trabajo constituye ahora un pulmón para el respiro democrático del país, que muchas veces ha estado amenazado por huelgas y demandas violentas y pacificas, en reclamos de la construcción de puentes, calles, carreteras, caminos vecinales y otras obras esenciales para el civilizado y decente desenvolvimiento cotidiano de sus actividades cívicas y económicas.
Para mí el trabajo, de Obras Públicas, certeramente apoyado sin reservas por el presidente Luis Abinader, está contribuyendo, en gran medida, a la paz social que hoy impera en todos los rincones de la República Dominicana, eje esencial para garantizar bienestar y progreso.
En estos tiempos modernos, ninguna nación puede exhibir y mucho menos, garantizar su desarrollo, sino cuenta con autopistas, puentes, escuelas, hospitales y carreteras en óptimas condiciones para el fluido del tránsito vehicular y el efectivo transporte de los productos alimentarios y de otras naturalezas por todo su territorio. Jamás ese anhelado desarrollo sería posible.
Y es ahí donde el ingeniero Ascención está poniendo el alma en su conciencia política y humanista en beneficio de todo el país, y con sus acciones se ha convertido en el mejor aliado de la política desarrollista del Presidente Luis Abinader y de su Partido Revolucionario Moderno (PRM).
No hay un rincón del país ausente de la mano de obra y de los equipos pesados y livianos, de los ingenieros y técnicos del Ministerio Obras Publicas, trabajando constantemente en reparación de calles y carreteras, puentes, escuelas, hospitales y caminos vecinales en beneficio de la colectividad nacional.
Precisamente anteayer miércoles 29, El presidente Abinader inauguró la reconstrucción y ampliación circunvalación Norte de Santiago obra trascendente para la expansión inmobiliaria, para las zonas agrícolas e industriales y comerciales del Cibao Central.
Pero también hace 2 semanas Obras Públicas entregó a la región sur, la hermosa circulación de azua, obra esta esperada por los sureños durante muchos años para moldear y aliviar el flujo de tránsito vehicular por la zona.
Poca cosa, pienso yo, genera más alegría y tranquilidad a miles de moradores de un barrio empobrecido, un distrito municipal o un sector residencial de clase media o alta, que el asfaltado de sus calles, el arreglo de sus aceras, badenes y de su completo alumbrado.
Y ese es el trabajo que está realizando el ingeniero Ascención a la redonda del territorio nacional. Es por demás, que el ejercicio de la función pública no se circunscribe a tener el cargo, cobrar un cheque mensualmente, salir en los periódicos y noticiarios de radio y televisión, sino en demostrar, con los hechos, eficiencia, capacidad gerencial, vocación de servicio y realizaciones concretas, abundantes y oportunas.
Nadie puede exhibir una mejor carta de presentación que los hechos que lo acreditan, en el desempeño de sus funciones públicas. Ahí el ingeniero Deligne Ascención es un campeón de peso pesado.
JPM