Los dedos de Dios
La mano de Dios tiene infinitos dedos. Tal vez usted que lee este articulo es uno de esos; más, tenga cuidado de su credulidad de fungir o pretender ser uno en la diestra de la Suprema Divinidad; porque: “Dios se opone a los orgullosos, pero ayuda con su bondad a los humildes. Humíllese, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él lo enaltezca a su debido tiempo”. (I San Pedro 5: 5-6).
Se habla de la mano de Dios, porque el ser humano no tiene los conocimientos ni la capacidad para definir los semblantes o características del creador y sostenedor del universo. Dios es espíritu y nos vemos forzados a usar términos y conceptos humanos para entender las tipologías antropológicas de la Deidad con el fin de señalar los rasgos que se quieren presentar.
La mano de Dios es de inmensurable alcance y abarca todo lo que existe en espacio y tiempo. Los Dedos de Dios son infinitos, más, se puede decir que los hombres y las mujeres que hacen Su voluntad, son los dedos que están subordinados y forman parte integral de la todopoderosa mano.
Dada la complejidad de discernir la naturaleza y operación de la Mano de Dios y las funciones de sus dedos, solo podemos especificar algunas particularidades para identificar precariamente ciertos aspectos que se asumen para determinar algunas personalidades consagradas que desempeñan funciones creativas, obedeciendo instintivamente a la Divina Providencia.
Es juicioso aunque osado, estipular los criterios para señalar a los seres humanos que son identificables como Dedos de Dios. De todos modos, la lista podría contar con influyentes figuras de dimensión universal que han demostrado perfiles morales tales como: proceder con voluntad propia; ser perseverante en las luchas contra lo maléfico; tener imagen de persona humilde; mostrar semblanza de espiritualidad; exponer integridad ética-moral; dar evidencia lúcida que inculca sabiduría; exhibir tenencia de sensibilidad social; fulgurar con testimonio de vida ejemplar que destella las virtudes cardinales de prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
De forma particular, los Dedos de Dios son siervos que han dado al mundo productos y medios para beneficiar a las poblaciones con sus descubrimientos científicos en áreas de la ciencia médica, la tecnología que auxilia las facilidades de la vida, luchadores esforzados para imponer los derechos humanos, teólogos y pastores para esclarecer y reorientar la fe y la práctica de la religión, hábiles y valerosos
personajes para lograr la terminación de la esclavitud y trata de seres humanos, combativos líderes para la mejoría social del pueblo, activistas que pregonan con efectividad que deben honrar y proteger plantas, animales, medio ambiente, y todo lo creado por la Divina Mano de Dios.
Hay 96 versículos en la Biblia sobre el tema aludido aquí, pues, aflora tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamentos, exponiendo el referente enunciado: “las obras de buenos y de sabios están en las manos de Dios”. (Eclesiastés 9:1).
Desde tiempo inmemorable, las crónicas del homo sapiens dan indicios de ideas y hechos que testimonian acciones de los entes creados por Dios, y estos pueden ser considerados como dedos de la mano del Gran Poder Divino.
La teología y la tradición jadeo-cristianas, dan de hecho que la creación y la soberanía aclaman y certifican la gloria de Dios, y en su benevolencia, la Divina Persona, dignifica al ser humano. (Salmo 8).
No es posible mencionar los nombres de la multitud de hombres y mujeres que a través de la historia pudieran ser catalogados como “dedos de la mano” del Todopoderoso. En verdad, solo Dios sabe quiénes están integrados a esa creativa fuente dinámica de enérgica cósmica; puesto que: “La vida de los justos está en la mano de Dios”. (Sabiduría 3:1, B. de J).
JPM
LOS DEDOS?, PERO NO HAN MOSTRADO NUNCA NI SIQUIERA UNA CELULA DE UNA UÑA?
Lo primero que tendriamos que decir es, desde cuando se ha demostrado la existencia de Dios. Pero apartandonos de ese aspecto filosofico que tiene mucha tela por donde cortarse, veamos mejor otros aspectos de su pesamiento religioso, como por ejemplo:Menciona Ud., lo cientifico, lo tecnologico, lo politico y la moral y etica.En lo cientifico, una de las primeras cosas que hizo el cristianismo fue, opnonerse a sangre y fuego contra todos aquellos que se atrevian ampliar los conocimientos y revolucionar las ciencias y las tecnicas en pro del beneficio humano, acaso se le olvida a UD.? los centenares de cientificos… Leer mas »
Soy creyente ,pero no creo en el clero en absoluto y menos en los jerarcas de las distintas religiones cristianas de la República Dominicana.Tengo excepciones con los misioneros que hacen su trabajo a cambio de nada y arriesgan su vida,viviendo en un austeridad loable.He conocido buenos sacerdotes,pastores y algún obispo,que ni carro tenían.Y vestíancon unos zapatos casi sin suelas y unas sandalias de dos dolares.Algunos tremendos cirujanos formados en España,Estados Unidos,Australia ,Italia ,etc.No conozco al Obispo emérito, D. Telesforo Isacc ,y no puedo hacer un juicio ,ni menos una crítica hacia su persona.Pero es muy fácil predicar y hablar y… Leer mas »
A ver si entiendo, usted viene con una sutileza y perspicacia llena de encantos a todos estos que no tienen ni zapatos a vestir a los desvestidos, que pasan hambres y necesidad a ayudar a los hambrientos y necesitados?……como puede usted decir que estudia teologia sin haber antes encontrado de donde vienen las ideas de los llamados libros que usted dice leer?….creo que deberia mejor en vez de estudiar dichos sin hechos…..buscar el primer libro de ese cuento llamado biblia..como se puede afirmar algo sin antes tener un apice de prueba de lo que estudia?….a ver expliqueme eso por favor……pues… Leer mas »
Señor por favor, mejor dediquece a hacer otra cosa, no le da verguenza que a su edad tenga usted que escribir idioteces inventadas, que dios ni dioses ni demonios, todos estan en las mentes retrogradas que por miles de años han buscado «dioses y demonios» para controlar las mentes de los incautos. usted deberia de ser tratado en hospital psiquiatrico por alucinar y decir disparates.