La invisibilidad del comité político del PLD

No sabemos si el pueblo ha observado que en los últimos tiempos los miembros del comité político y del comité central del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) prácticamente han desaparecido del panorama político- electoral de la RD.

Los actuales funcionarios, queriendo confundir a la ciudadanía, han tomado como estrategia de guerra-politica personal, el ocultamiento, o más bien el hacerse invisible, para pasar desapercibidos y no dar que sentir al pueblo, periodistas, blogueros y youtubers, porque conocen la realidad insalvable de su candidato presidencial Gonzalo Castillo.

El manejar todos los números de las diferentes encuestas o muestreo que se han realizado en los últimos dos meses, les confirma a ellos lo inminente de la derrota electoral inevitable que ha sufrir, en cualquier escenario, el Partido de gobierno y sus aliados.

Descubren estupefactos y con rostros depresivos, que no han valido la cantidad de recursos (asfaltos, fundidas, zinc, cementos, combustibles, cocinas, empleos, amenazas, compra de conciencia, poner amigos contra amigos, destruir familias, honras y cancelaciones), que se han invertido desde el Estado para tratar de imponer primero al candidato presidencial ungido, y segundo para colocarlo en una posición que fuera, por lo menos, respetable en términos electorales.

Nada ha dado resultados, Lo cierto es, que ante ese panorama desolador electoral, la invisibilidad es el camuflaje por excelencia, no viene dada ni es el producto de la pandemia que estamos padeciendo, ni por un deseo ingenuo desluciente, ni por el anhelo imberbe de que el candidato de su partido haya de tomar las primacías de los titulares de los medios de comunicación, sino más bien, que responde al protocolo y manual de guerra de aquellos que huyen despavoridos a esconderse cuando el barco se está hundiendo.

Se dice que cuando el barco hace agua, los primeros que se lanzan son las ratas, sin pretender comparar a esos funcionarios y guardando la distancia metafórica, la invisibilidad de aquellos que están obligados por ley a rendir cuentas, responde más al miedo paralizante que produce su destitución, porque saben que fuera del poder, serían presas fáciles de las jaurías o de las gradas romanas, que en su Coliseo han de gritar sangre.

Pretender hacerse invisibles, les permite alejarse del conflicto, despegarse de los compañeros, tomar distancia del Líder que los has metidos en tan peligrosa encrucijada, pero sobre todo, los ayuda a ir, según su desorientado parecer, limpiando y justificando cuentas visibles u ocultas, en bancos nacionales y extranjeros, inmuebles, vehículos, compañías reales y fantasmas, sociedades con empresarios, supuestamente establecidos, en fin, toda una estrategia de blanqueo y ocultamiento abominable.

Esa transmutación, les hace creer a esos lábiles funcionarios ( primera vez que un Procurador tendrá que rendir cuentas y de qué manera) en lo más profundo de su psiquis corruptiva, que dejando sólo al partido, a sus acólitos o amanuences, aportarles sumas de dineros y recursos humanos a la campaña del candidato que sus encuestas les dicen que va a ganar, le evitaría llegar, sino al infierno, por lo menos los libera de pasar el martirio del purgatorio, pero eso, en estos tiempos de redes, casi es imposible.