La «Bodeguita del Medio” y el poeta Orlando Laguardia

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El autor es profesor universitario de Lengua y Literatura. Reside en Santiago de los Caballeros 

Todo parece indicar que en cada país existe un lugar que por su histórica importancia se convierte en un punto de visita obligada para el turista. En tal virtud, recuerdo la recomendación que más de un amigo me hizo, antes de partir (año 2000) a realizar un curso en la capital mexicana: «No dejes de visitar la Plaza Garibaldi, la torre de El ángel de la independencia y el Castillo de Chapultepec». 

Parecida recomendación salió a flote, dos años después,   días antes de mi viaje a La Habana, Cuba: » No dejes de ir a La Bodeguita del Medio»  

La Bodeguita del Medio, ayer bodega, es hoy un archiconcurrido restaurante ubicado en la llamada Habana Vieja, a escasos metros del Malecón habanero, y famoso por la gran cantidad de turistas que lo visitan, entre estos, personalidades que se han destacado en el mundo de la política, las letras y las artes. Como muestras de esto último, se conservan allí fotos de Mario Moreno (Cantinflas), Gabriel García Márquez, así como de los expresidentes dominicanos Juan Bosch y Leonel Fernández y el nicaragüense Daniel Ortega  

Orlando Laguardia

Todo el que allí se da cita goza de la plena libertad de estampar su firma en las paredes interiores del folklórico establecimiento, y es esa la razón por lo que en dichas superficies apenas sobra un espacio para una firma más. En fin, estar en Cuba y no pasar por la Bodeguita del Medio a tomarse una cerveza Cristal, saborear un rico filete de cerdo o escuchar los acordes de un alegre es cubano, es lo mismo que si usted no hubiera pisado la tierra del gran patriota y poeta José Martí.  

Y al servicio de la Bodeguita, un poeta: don Orlando Laguardia, mejor conocido con el apodo de Chino, brillante repentista o poseedor de una asombrosa capacidad para la improvisación. Autor del libro » Versos de Cuba para Canarias”, don Orlando constituye la más auténtica expresión del folclor poético cubano.  

Sentado ante una de las mesas del restaurante me encontraba junto a otros dos dominicanos y compañeros de viaje, cuando de repente se acercó a nosotros un señor de unos sesenta y cinco años de edad, espigada estatura, impecablemente vestido de blanco y en cuya canosa cabeza descansaba un blanco sobrero de alas anchas, bajo el cual resaltaban unos lentes de oscuros cristales y una sonrisa que apenas se apartaba de sus labios.  

«- ¿Dominicanos, verdad?» -nos preguntó.  

«- Así es» – le respondimos.   

-«Cubanos y dominicanos, Martí y Máximo Gómez: todos somos unos » – afi

mó, mientras se dirigía a la acera frente al negocio, en donde yacía sentado en una silla colocada ante una pequeña mesa y una antaña máquina de escribir.  

Diez minutos, tal vez, habían transcurrido, cuando una vez más hizo acto de presencia el señor Laguardia, portando un breve texto poético que acto seguido puso en nuestras manos. Se trataba de una décima titulada “Tres Amigos”, que el afamado bardo popular, con la misma genialidad que el Meso Mónica nuestro, había compuesto en honor a los tres dominicanos que en el lugar nos encontrábamos presentes, y en la cual se resaltan los históricos lazos de amistad y mutua colaboración que siempre han existido entre Cuba y la República Dominicana. El contenido de la espinela referida es el siguiente:  

TRES AMIGOS  

«Tres amigos almorzando  

prueban a esta humanidad, 

que la palabra amistad,  

 sigue en el mundo imperando, 

¡dominicanos mostrando!  

 corazones de Quisqueya,  

y el Chino viejo descuella,  

diciendo como fortuna, 

no hay diferencia ninguna,  

 De Cuba a la tierra aquella»  

(La Habana, octubre 2002)  

dcaba5@hotmail.com 

jpm-am

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Arturo Morató B.
Arturo Morató B.
1 Año hace

Domingo Caba Ramos: Sin lugar a dudas, el que va a La Habana tiene que ir a la Bodeguita del Medio. Es un lugar obligado para todo turista que visita a Cuba. Estando allí, rubriqué mi nombre en un diminuto espacio que pude ver, ante las miles de firmas de los turistas que allí van y que cubrían todas pas paredes del lugar. Pero, a diferencia de lo que usted afirma, ya eso es historia. Los comunistas acaban con todo, ya sea por acción (sigue)

Arturo Morató B.
Arturo Morató B.
Responder a  Arturo Morató B.
1 Año hace

(2) directa o indirecta a causa de su pobre accionar en todo cuanto hacen. Las miles de firmas que se convirtieron también en una atracción de los visitantes del lugar, ya desaparecieron al pintar en mayo del 2021, todas las paredes del famoso restaurant en la Habana Vieja. En definitiva, no hay nada que perdure bajo la férula del la dictadura del socialismo obtuso, anacrónico y decadente.