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El verdadero cambio
El autor es diplomático. Reside en Colombia
POR WILMON MARTINEZ
Ser un servidor público por elección popular o designación presidencial en los diferentes organismos y o instituciones públicas en la República Dominicana, te convierte automáticamente en un corrupto más que llega a lucrarse del erario público, a favorecer partidos politicos pagando favores, dejando atrás la vocación de servir basados en el bien colectivo y no el particular.
Este es el pensamiento de todos los dominicanos incluidos los que no votan. Este sentir es el producto de todo lo que por décadas ha sucedido en nuestro país. Servidores envueltos en actos de corrupción donde se enriquecen los mismos con los mismos, politicos manejados por los varones de la politiqueria que opacan y silencian los posibles relevos generacionales con nuevos perfiles de dominicanos que se han dado a la tarea de prepararse con la oportunidad de ampliar las perspectivas de como se manejan las riendas de un país y lo más importante la convicción de servir en pos de lograr un cambio colectivo.
Estas nuevas generaciones tienen la doble tarea de enfrentar los retos propios de sus cargos y demostrarle a un pueblo cansado y sin esperanza, engañado y defraudado por décadas, que son gente buena con el compromiso de cambio en aras de un mejor futuro.
A todo este escenario se les suma el hecho de que con las herramientas actuales mediáticas, redes sociales, «Nadie traga entero». El que quiere postea lo que piensa, cualquier acto o episodio de la vida diaria de un servidor se vuelve viral y puede acabar su vida politica y profesional en minutos, y estas mismas herramientas han sido piezas claves para influir de manera negativa en nuestros jovenes que salen a votar en muchos casos sin una convicción real lo hacen por llevar la contraria, sin medir las consecuencias de la importancia del voto y se ha convertido tendencia a que sean los jovenes quienes estén eligiendo los nuevos gobiernos en varios paises, lo cual es positivo siempre y cuando sepan elegir.
Estamos llamados a una tarea colectiva y social recuperar el respeto y la dignidad de los servidores públicos. Esto se logra con hechos y cambios de fondo en la administración.
Por otra parte los ciudadanos debemos primero elegir a conciencia, segundo aceptar que una vez pasan las elecciones nos debemos unir y trabajar en pos de que los cambios que necesitamos se ejecuten, tercero vigilar con objetividad reconociendo las fortalezas de los mandatarios de tu turno, coadyuvando a trabajar en las debilidades del gobierno además de mantenerse informados de todo lo que sucede. El que está bien informado siempre adquiere liderazgo.
Si queremos acabar con la corrupción y la desigualdad recuerden que la corrupción es igual de grave para quien la propone como para quien se lucra de ella.
Que nuestro motor no sea la frase «Ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón». El verdadero cambio es de todos.
Y a nuestros servidores tengan presente estas palabras de Jesús: “No he venido para ser servido, si no para servir”
wilmon.martinez@gmail.com
JPM
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