El Exceso de libertad en nuestro país
Uno de los siete sabios de Grecia, Solón, hizo grabar en el Templo de Delfos: “Nada en demasía”.
Ni demasiada libertad ni demasiada poca.
Debemos, por nuestro propio bien, ayudar a los gobernantes a que encuentren la medida justa de libertad que han de dar a los ciudadanos.
Aquí, en República Dominicana hay un exceso de libertad que espanta y da miedo.
Por ejemplo, aquí no hay una falta de libertad de expresión sino un exceso, nadie es censurado, detenidos por hablar, por cantar o por publicar lo que le venga en ganas.
Pregunto, ¿Dónde están los límites a la libertad de expresión?
Aquí abusamos de nuestros de derechos porque el ejercicio de los mismos no tiene consecuencias.
Por esta situación toma fuerza en el imaginario popular querer un gobierno, un presidente, un candidato que transmita fuerza, orden, tiranía…
Presiento que poner límites a todo es imprescindible en un país como el nuestro.
La gente dice que hay demasiada libertad y, en consecuencia, esto “se nos va de las manos”.
Pero, hay que tener cuidado con implantar la tiranía de la ley, que en definitiva es lo que los ciudadanos anhelan en República Dominicana.
No podemos olvidar, ni ignorar la memoria histórica de los años fatídicos de represión política del dictador Trujillo y aquellos doce años de Balaguer.
Equilibrar debe ser la formula.
Hay que equilibrar la equidad, la libertad y el progreso…
Para Kofi Annan, economista ghanés, séptimo secretario general de las Naciones Unidas, un país alcanza el desarrollo cuando todos sus habitantes pueden disfrutar de una vida libre y saludable en un entorno seguro.
Y ciertamente es así.
Ojalá nuestras autoridades tomaran en cuenta eso, ahora que se presentan “excesos” de opiniones señalando supuestos peligros de un devenir de tiranía…
La libertad y la ley deben ir juntas, aplicadas a todos, hombre común, empresarios, religiosos, políticos, funcionarios públicos, ex presidentes…
Quizás, y sin el adverbio de dudas, es por eso que en nuestro país se usa y abusa de la libertad, cayendo en libertinaje, todos los ciudadanos, de todos los niveles, hacen y deshacen sin tener en cuenta a los demás ni a las consecuencias provocadas.
En República Dominicana, el gobierno y su presidente Danilo Medina va por el camino correcto, en buena dirección en termino económico y de estabilidad política, pero es necesario poner límite al libertinaje, imponer el estricto cumplimiento de la ley y el orden.
La libertad trajo a nuestro país cosas extraordinarias que hoy la disfrutamos, pero la amenaza de hoy es el exceso, quizás por la poca calidad de esa libertad lograda a pura lágrimas, sudor y sangre.

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