El califa

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El Califa del Estado Islámico, Abu Bkar al Baghdadi, ha ordenado que las mujeres deben llevar el velo integral o se exponen a un castigo severo. Las ordenes implican que las manos y los pies deben estar cubiertos, no pueden usar perfume, deben vestir ropa holgada que no permita intuirlas formas del cuerpo para terminar con el libertinaje y que las mujeres se arreglen demasiado para impedir que caigan en la humillación y la vulgaridad de ser un espectáculo a los ojos de quienes las miran. Advierten que cualquiera que no esté comprometido con éste deber, se enfrentará a un castigo severo para proteger a la sociedad del daño, mantener las necesidades de la religión y protegerlas del libertinaje. Y para seguir cuidando a la mujer musulmana, el nuevo Califa del Estado Islámico ha ordenado practicar la ablación a las mujeres y así evitar el libertinaje y la inmoralidad. Por supuesto ésta orden es obligatoria en todas las regiones y localidades. El Califato también ha abierto una oficina matrimonial para solteras y viudas que serán comprometidas con militantes yihadistas. No se sabe si el Califa y el vice primer ministro turco, Bulent Arinç, están en competencia. Para el turco, las mujeres no tienen que reír en público ni incitar a los hombres con sus actitudes para proteger su castidad. Parecería ser que los varones musulmanes tienen claras obsesiones respecto a las mujeres. ¿Dónde está el colectivo de las feministas globales? FEMEN ¿dónde te escondes? Otra obsesión recurrente en la musulmanía es su relación con los cristianos. Por supuesto han ocupado todas las iglesias cristianas, han quitado las cruces para colocar una bandera negra del Estado islámico. La letra N del alfabeto árabe (que significa Nazareno) es la escogida por el Califato para identificar las iglesias y las casas de los cristianos que pasan a ser propiedad del Califa. El Ultimátum del Califa: o se van, o pagan un alto impuesto, o se convierten al Islam o mueren. De acuerdo a las informaciones estas son las opciones: Los que se van sus bienes y propiedades pasan a ser propiedad del Estado Islámico. Para los que se queden el contrato “dhimma” que implica el pago de “jizya” (impuestos) y la aceptación de una posición inferior. Convertirse al Islam. Morir por la espada. También han prohibido la venta del tabaco y fumar en público en un esfuerzo para aplicar la sharia y erradicar la maldad. A los comerciantes que no hagan caso de la prohibición los amenaza con quemar sus mercancías y llevarlos frente a un tribunal islámico. ¿Dónde están los defensores de la libertad de los derechos humanos? Naciones Unidas ha respondido con un informe en el que acusa al Califato de ejecuciones, violaciones, reclutamiento forzado de niños y la destrucción de los lugares de culto o de importancia histórica. Sin duda que no han hecho un gran descubrimiento. v.yanguela@codetel.net.do

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