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"Democratizar" la democracia dominicana
La solidez de un sistema de partidos, fortalecido por líderes auténticos y éticos, constituye la garantía de la democracia y la esencia del buen gobierno. Los criterios del buen gobierno siempre rebasan las consideraciones comprometidas del marketing político del aparato propagandístico del Estado, así como la visión interesada de sus contradictores o adversarios que pugnan por arrebatarle el poder. A criterio de los articulistas del periódico español «El País», José María Abellán Periñán y Pilar García Gómez, cit «Las prácticas de buen gobierno deben trascender el mero cumplimiento de las leyes y la ausencia de corrupción, exigiendo adicionalmente que el proceso de toma de decisiones responda a un conjunto de reglas consensuadas de participación democrática, transparencia, responsabilidad, rendición de cuentas y obediencia a códigos de conducta.» (El virus y la sanidad pública a la deriva). En la República Dominicana, el sistema de partidos políticos a traviesa una etapa critica, porque paradójicamente el PRD definitivamente se fragmentó y su matrícula se ha pignorada por de bajó del 15 %. Se trata del aparato partidista que en otrora fuese la principal fuerza opositora al actual régimen que regentea el Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Las próximas elecciones generales para elegir Ayuntamientos, Diputados, Senadores, Presidente y Vice Presidente de la República, están pautadas para mayo del 2016 y no se vislumbra de manera objetiva que la oposición pueda desempeñar un papel airoso dentro de las actuales circunstancias, basta echar una mirada al panorama opositor real, ahora es que se está gestando un frente opositor, llamado Convergencia que permanece amorfo, y su principal sostén partidista el Partido Revolucionario Mayoritario (PRM), sujeto a la aprobación del nombre, con la ligera desventaja que su aprobación está en manos de sus contrarios políticos. El Embajador de los EEUU en el país, Su Excelencia James Brewster, en sus primeras declaraciones hizo algunas precisiones conceptuales sobre la democracia y la concentración de todos los poderes por un solo partido político; a la vez, que aseveró “en el sistema de partido deben coexistir varias fuerzas políticas para robustecer la democracia, al tiempo de agregar que “Debe haber múltiples partidos consolidados para que no se concentren las fuerzas”. No obstante no dejó nada a la interpretación a los que leen entre líneas, puntualizó a modo de aclarando, “es importante para el pueblo dominicano que sean los propios dominicanos que decidan la forma que va adoptar su sistema político en una democracia como ésta..”, y renglón a seguida agregó “los EE.UU no interfieren en la creación de partidos, ni en las elecciones de un país, ya que eso corresponde al sistema democrático y al voto de los ciudadanos”. Las reacciones a las palabras del embajador fueron diversas, que obedecen a los intereses personales y gregarios de los políticos que opinaron, razones por la que no voy a entrar en ponderaciones sobre las mismas, porque tal y como expresó el brillante escritor Augusto Roa Basto, sobre los funcionarios públicos, «Un niño y un anciano atravesaban la plaza atestada de gente, una voz portentosa llena todo el espacio y dice, madrileños ya terminó la guerra civil, estamos a salvo de los enemigos de adentro y de fuera, sólo nos queda rogar a Dios y al Espíritu Santo, por una larga vida del General Francisco Franco». El niño pregunta:¿Quien habla abuelo? Un patriota amigo de su sueldo y enemigo de España. La calidad de la democracia es un tema interesante, porque crece un sentimiento de impotencia e indignación en un amplio sector excluido por la fuerza de la mafia entronizada a lo interno de los partidos políticos, subvencionados con los dineros de los ciudadanos, los cuales son manejados sin transparencia y en beneficio del clientelismo político parasitario. Abordaba una «guagua voladora» en mi rutina de Santiago a San Francisco de Macorís, el chofer exclamó: ¡ hasta cuando soportáremos este gobierno, nosotros trabajamos nada más para el gasoil ! Un señor que es de los funcionarios que viaja los lunes y regresa los viernes, respondió lacónicamente ¡ Nunca ! y agregó – En este país la mitad de los votantes no votan y la otra mitad vende el voto, y algunos líderes venden el partido completo. Se hace necesario el resurgimiento de ciudadanos comprometidos con la democratización de la democracia dominicana, porque es una verdad incontrovertible, estamos viviendo una democracia post-representativa, fundamentada en el voto inducido por mecanismos poco ortodoxos, como son los derivados por vía de consecuencia de las políticas sociales estatales en provecho del partido de gobierno, la compra del voto a los sectores más desprotegidos de la sociedad, a quienes la miseria hace tiempo le devoró la conciencia. Democratizar la democracia conduce implícitamente a democratizar los partidos políticos del sistema, que son las bases para la participación de la gente, el profesor John Keane, de la Universidad de Westminster en Londres, en su libro (The live and death democracy, 2009), ofrece una visión no convencional, novedosa y provocadora, en la que nos habla como alternativa al deterioro de los partidos políticos, hay una multitud de instituciones heterogéneas, como son Consejos Ciudadanos, Auditorías Populares y Organizaciones Autónomas de Vigilancia y monitores de los abusos de poder. Nos dice que los antropólogos están mejor equipados que los politólogos y ni se diga de los empíricos hacedores de política, para entender el proceso y la peligrosidad de la anarquía que por falta de creencia en las instituciones democráticas pueden derivarse, y aposentarse el crimen organizado exhibiendo más poder que los gobiernos y demostrar más magnanimidad en sectores excluidos de la sociedad que el propio gobierno,y como es obvio para muchos solo importa la rentabilidad del capital.