Control de la música alta 

imagen
El autor es doctor en ciencias químicas. Reside en Santiago de los Caballeros.

POR HUMBERTO CONTRERAS VIDAL 

Con la muerte de un niño de 12 años, el pasado mes de febrero, como consecuencia del forcejeo entre el padre del niño y un policía; se ratifica la sociedad hipócrita en la que hemos venido convirtiendo nuestro país. De ello todos somos responsables, y los más culpables son quienes nos han dirigido.

El deterioro del poder político y la decadencia progresiva de principios éticos y morales han destruido nuestras instituciones. Todo ello facilitado por el acceso a las nuevas tecnologías y la influencia del país hegemónico donde encontramos toda maldad expresada en su máxima expresión.

No nos engañemos. Cada muerte tiene una causa. Y la muerte de ese niño se debe atribuir directamente a la música alta. Sí, todo lo que desencadena el hecho trágico se inicia con la música alta.

Por tanto, hay que insistir en que se entienda que la música alta es un problema en la República Dominicana. Y si no se aplica la ley, simplemente habrá más muertes. Toda persona tiene derecho de escuchar música en el volumen que quiera, donde quiera y a la hora que quiera. Esa misma persona también tiene deberes. Sobre todo, el derecho de esa persona, no le puede quitar el derecho a otros de que puedan dormir en su propia casa.

El derecho a escuchar música alta no le puede quitar el derecho a otros de que puedan estudiar o trabajar. El derecho de escuchar música que promueva el sexo, la violencia y las drogas ilícitas, de alguna manera violenta la ley; sin embargo, hemos caído tan bajo que ya esto nos parece normal y nadie se inmuta.

Muchos pierden el derecho de escuchar lo quieren, o sencillamente escuchan lo que no quieren. En síntesis, mientras unos ejerciten su derecho en detrimento del derecho de otros, habrá muerte, y punto.

Todo lo anterior se ve agravado por los abusos policiales, por la falta de respeto a la autoridad y por la guapeza de un padre que en ningún momento pensó que estaba frente a su hijo, y que hoy, muy probablemente su más grande castigo sea sentirse culpable de la muerte de su propio hijo.

Hay que convertir la muerte de este niño en un símbolo para el control de la música alta. Que no vuelvan a morir más personas por esta causa. Las autoridades deben hacer cumplir las leyes. Los ciudadanos debemos ser respetuosos del derecho de los demás, y así todos seremos felices y volveremos a ser más civilizados.

huco71@gmail.com

jpm-am

Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
7 Comments
Nuevos
Viejos Mas votados
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios
antonio roca
antonio roca
1 Año hace

Dificil de controlar, dada la aberrante incultura de nuestro pueblo y no es su culpa.

Humberto
Humberto
Responder a  antonio roca
1 Año hace

Sin duda que es difícil de controlar Antonio. Hay que continuar haciendo esfuerzos individuales y colectivos hasta que autoridades y ciudadanía en general entendamos que los ruidos reducen nuestra esperanza de vida. Gracias por leer.

Francis Diaz
Francis Diaz
1 Año hace

SOMO UN PAIS MAYORMENTE NEGRO: Y EL NEGRO LO UNICO QUE HACE BIEN ES ESCANDALO Y ALBOROTO Y NUNCA INVENTO NADA MAS QUE LOS TAMBORES PARA CAUSAR MOLESTIA A LOS VECINOS.

🇺🇸Lucifer Milquiades
🇺🇸Lucifer Milquiades
1 Año hace

En mi vencindario tenemos desde hace 5 años una pesadilla que empieza desde las 6am y termina pasada las 10pm con un gimnasio del tipo «cross-fit» con el bombardeo de las pesas. La frustración no solo es el descaro y la falta de consideracion de esos TROGLIDITAS insensatos, si no ademas con la Proucaduria de Medio Ambiente que no le interesa hacer su trabajo. El rudio no solo es la musica, es TODO tipo de sonido molestoso como lo indica la LEY

Humberto
Humberto
Responder a  🇺🇸Lucifer Milquiades
1 Año hace

Así es! Hay que organizar las comunidades afectadas y contribuir al fortalecimiento institucional mediante el sometimiento a los tribunales competentes de los que vulneran la Ley de Medioambiente. Hacer denuncias escritas previas a nivel administrativo para ir formando un expediente fuerte que garantice el éxito del proceso jurídico.

Clara Guerra
Clara Guerra
1 Año hace

Ya no reconozco el pueblo donde crecí. El ruido de músicones se ha convertido en norma y ya no hay paz ni tranquilidad en ningún rincón de nuestro bello país. Una belleza violentada por el ruido y el consumo de alcohol en la calle. Eso sin contar el ruido de motores, guaguas y camiones. Una desgracia.

Humberto
Humberto
Responder a  Clara Guerra
1 Año hace

Así es Clara! No debemos perder la esperanza de que las autoridades y los propios ciudadanos entendamos que el derecho de unos no pueden ejercerse en perjuicio de otros. Gracias por tu atención.