¿Cómo entender al Presidente Medina?
Al decir que quedó en estado de “shock” con la muerte de once niños en el hospital Robert Read Cabral, el presidente Danilo Medina mostró una gran sensibilidad humana. Pero ante los dominicanos lució raro, al desconocer una realidad grave del sistema hospitalario del país que tiene décadas generando víctimas. Las condiciones de abandono en las salas de emergencia, la falta de camas para los internos, el desastre en los baños por la falta de agua, y la carencia de medicinas, han sido pan nuestro de cada dia en los últimos 50 años de una democracia infuncional. Lo peor es que son muchos los sectores de la vida nacional donde impera ese cuadro de desorden y tragedia. Veamos: El infierno del transporte público, los carros destartalados, los conductores irresponsables, tienen las carreteras, calles y avenidas convertidas en ríos de sangre segando vidas. Los pasoleros y motoristas imprudentes, los conductores de patanas, camiones y guaguas, los vehículos-chatarras en las calles, son la causa diaria de muchas tragedias humanas que pudieran evitarse. Hemos pedido la militarización del transporte como remedio inmediato y el reentrenamiento obligatorio de los conductores porque estimamos urgente remediar esa situación tan dificil. Produce pánico manejar en Santo Domingo al ver las estadísticas de mortalidad. Esto es conmovedor y motivo para otro estado de “shock”, Sr, Presidente. Con la pesadilla de la crisis eléctrica sólo se habla por los apagones. Es muy poco lo que conocemos de las muertes que generan a diario los problemas del sistema eléctrico. Es común y corriente escuchar noticias de que alguien perdió la vida producto del contacto con un alambre de alto voltaje. Es rutina que alguien apaga un aire acondicionado o abre la nevera y queda electrocutado. Y peor, el pariente va en su auxilio y trata de salvarlo, quedando ambos atrapados. Esto ocurre con frecuencia inusitada, a veces producto de la conexión eléctrica ilegal, pero también del alto voltaje que tienen las viviendas en los barrios más pobres con las conexiones legales. Lo importante es determinar el número de víctimas que ocurren con asombrosa frecuencia por esas causas y tratar de buscarle remedio. Las víctimas que perdieron brazos, piernas, la vista o cualquier otra parte de su cuerpo, pasan como una estadística más, que nunca se investiga ni se castigan a los culpables. Este otro “electroshock” infernal es rutinario y causa mucha tristeza y luto familiar, Sr. Presidente. Por último hay que citar los problemas sanitarios, la falta de agua y acumulación de basura. Estamos frente a otra herencia maldita de los últimos 50 años.Ningún gobierno ha sabido establecer un sistema eficaz para recogida de la basura, algo que no solo está resuelto en muchos países, sino que es un negocio bien rentable. Mucha basura acumulada y falta de agua producen condiciones propicias para la falta absoluta de higiene en los barrios populares, porque la clase media alta no sufre nada de eso. Por todo lo anterior es que duele e indigna tanto la corrupción rampante impune cuando hay tantas necesidades sin resolver en esta nación caribeña. Cómo entender entonces el estado de “shock” del presidente Medina cuando las muertes de niños y adultos son tan frecuentes en casi todos los hospitales, como en tantos otros ámbitos de la vida nacional.