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Barack Hussein Obama: tres ingenuidades
El eminente ensayista y filósofo español José Ortega y Gasset, figura cimera de la corriente literaria del llamado «perspectivismo» y por igual, de la razón vital e histórica, proclamó una vez en su libro «La rebelión de las masas», que «El engaño resulta ser un humilde parásito de la ingenuidad». Nada más certero que ese juicio contenido en una frase tan corta, sobre todo, en la praxis de la política y en quienes están llamados a ejercitarla.
No he de ocultar mi antipatía que siempre he tenido en la manera que ejecuta la política internacional e interna el actual presidente 44th de los Estados Unidos de Norteamérica, Barack Hussein Obama. No lo niego, pues soy fiel a mis ideas hasta que se me demuestre lo contrario y como ciudadano adoptivo de esta gran nación que es mi segunda patria, tengo todo el derecho a manifestarlo.
En esa virtud, quiero en este modesto aporte reseñar tres ingenuidades en que ha incurrido el presidente Barack Obama en sus «negociaciones» sobre política internacional. Son tres diferentes escenarios, pero con un final esperado: hacer lo absurdo y caer en extrema ingenuidad en los tratos con los enemigos. Veamos tres ejemplos sencillos y lo confrontamos en un análisis a grandes rasgos, justo y no sesgado.
Primera ingenuidad : las negociaciones con Cuba
En toda negociación entre dos partes o más, siempre se estila que las partes deben desprenderse de algo para beneficio del otro. En ese tenor, todos se benefician mutuamente y ello implica ceder algo para obtener aquello.
Desde que la administracción del presidente Barack Obama comenzó las «negociaciones» para levantar y/o minimizar las restricciones impuestas a Cuba desde casi medio siglo por parte de los Estados Unidos, la balanza se ha inclinado a favor de los sátrapas cubanos sin ello ofrecer nada a cambio. Se han suavizados restricciones comerciales, se ha permitido un incremento en las remesas a la isla, se ha flexibilizado los viajes a Cuba, se aceleran los trámites para abrir las embajadas mutuas y hasta se quiere permitir la compra de productos cubanos e implatar negocios en la finca de los Castros.
Esta administración llegó al colmo de permitir un embarazo a larga distancia de la esposa de uno de los espías detenidos y, posteiormente de la liberación de todos. La gran pregunta que me hago y que toda persona sensata se hace es : Qué ha ofrecido o dado la tiranía castrista a cambio? La respuesta es simple y alarmante: absolutamente nada. Estas «negociaciones» de Obama es lo que en Dominicana le llamamos «un negocio de capa perro».
La represión política sigue, los presos por igual, no habrá libertad de prensa, no habrán partidos políticos ni mucho menos elecciones libres y democráticas y la nación seguirá en manos de dos caudillos asesinos. Entonces, es válido preguntarse: y dónde está el beneficio de las conseciones hechas por los Estados Unidos ? De seguro Mr. Obama pensará que llegando muchos turistas norteamericanos a la isla, vendiendo las pizzas «Hut», los «MacDonalds» y las «Coca-Cola» el régimen opresor caerá. La ingenuidad del moreno es tan infinita como el universo mismo.
Segunda ingenuidad: el intercambio de un traidor por terroristas
El pasado mes de junio del 2014, el gobierno de Barack Obama «intercambió» a un sargento estadounidense que había sido «capturado» por los talibanes permaneciendo con ellos cinco años. Pues, después del famoso intercambio, resultó que el sargento Bowe Bergdahl, había decertado de su puesto, se internó voluntariamente en la zona controlada por los talibanes, mostró un mal comportamiento ante el enemigo y puso en peligro las vidas de sus compañeros de unidad. Todo eso de manera consciente y voluntaria.
No hay que ser muy analista para darse cuenta de que ese párasito de que hablaba Ortega y Gasset, se prestó como buen traidor al juego de los talibanes para tenerlo como trofeo de guerra y canjearlo en su debido momento tal y como aconteció. Barack Obama mordió el anzuelo -como ya es habitual en él-, y los talibanes obtuvieron la libertad de cinco militantes que estaban detenidos en la Base Naval de Guantánamo, Cuba. Es dable decir que ahora el sargento Bergdahl será juzgado por un tribunal militar por desertor y traidor. No obstante ello, ya el ridículo se hizo y los talibanes obtuvieron sus trofeos.
Después de esta metida de pata por parte del egresado de la escuela de leyes de la prestigiosa universidad de Harvard, estoy seguro que el Mulá de los talibanes, Mohammad Omar debió morirse de la risa por la tomadura de pelo al conductor de la nación más poderosa del planeta.
Tercera ingenuidad: Las negociación nuclear con Irán
Desde hace 15 meses, se están llevando negociaciones en Suiza entre los Estados Unidos y 6 naciones con Irán, en torno al programa de armas nucleares por parte de esa nación del Oriente Medio. Como es conocido, la República Islámica de Irán lleva 30 años de confrontaciones con la patria de Taff, a la cual ha considerado «El gran satán» y los mismo para su gran hermano Israel, con el cual va más lejos en su odio, al indicar que los Hijos de la Estrella de David «Deben ser borrados del mapa», tal y como lo dijera una vez el expresidente de esa nación el terrorista y asesino de niños, Mahmud Ahmadineyad.
Recién se han estancado dichas «negociaciones’, en vista de que se le ha pedido a Irán que envíe hacia el extranjero sus reservas de uranio enriquecido -parte fundamental para la fabricación de ojivas nucleares- a lo cual los iraniés se niegan, obviamente, esperando ver si el timorato e ingenuo de Obama, cuyo gobierno se ha destacado por ser muy consecuente con los enemigos de los Estados Unidos, les permite dejarla allí y confiar en las palabras del gobierno iraní de que «no van a ser usadas, sino para fines pacíficos». Algo así como que usted crea que un pollo no va a picar a una lombriz de tierra tan pronto la vea.
Pero, mientras el moreno de Hawai se la pasa jugando golf, buscando «premiar» a cinco millones de personas que han burlado las leyes inmigratoria de esta gran nación y se desvela en complacer y apuntalar la tiranía de los Castros en Cuba, Israel está atento como un águila a lo que sucede tanto en las «negociaciones» en Suiza como lo que se hace en los subterráneos secretos de las tierras persas . De ahí las diferencias recientes entre Obama y Benjamín -Bibi-Netanyahu. Bien sabemos que el objetivo primario de Irán y su programa nuclear, es tener un arma atómica para tener superioridad en la volátil región y poder «borrar del mapa» a la aguerrida y combativa nación de Israel.
De algo podemos estar seguro, y es que, tan pronto Israel perciba o descubra por medio de sus servicios de inteligencia u observación que su seguridad y la supervivencia de su nación está en peligro, pueden estar seguro que, con la anuencia o no de los Estados Unidos, su poderosa y desarrollada aviación surcará los cielos de Irán y desde lo alto el gobierno terrorista de esa nación saboreará la furia y el poder de las Doce Tribus de Judá.
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