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Arroz con mango
En la actividad política cabe perfectamente la frase del destacado filósofo naturalista francés Georges-Louis Leclerc Comte Buffon cuando dij“ El estilo es el hombre”. Y es que el quehacer político como acción humana deja una impronta, que convertida en código, indefectiblemente permite el análisis del discurso político. Lo inmediatamente anterior viene a raíz de la proclamación que realizaron varias organizaciones políticas las cuales se han pasado a llamar Convergencia por un Mejor País, persiguiendo convertirse en oposición del Partido de la Liberación Dominicana. Esta intención de bloque opositor dice contar con una agenda programática con miras a concertar un programa de gobierno. Pero lo sintomático del anuncio del lanzamiento de la Convergencia por un Mejor País es que proclaman un “nuevo ciclo político”, lo que parece ser una contradicción pues muchos de los actores son ya figuras de tristes y penosos recuerdos que adolecen de atributo alguno. La semiótica como ciencia nos enseña el estudio de los signos, y en el caso de la Convergencia por un Mejor País, el signo es de difícil construcción debido a que se liga lo nuevo con lo viejo, produciéndose lo que en el imaginario dominicano se conoce como un “arroz con mango”. Una de las figuras de primer orden de la Convergencia es la doctora Milagros Ortíz Bosch, quien ha ocupado los puestos de senadora, vicepresidenta y ministra de Educación, y de conducta política que recuerde a la doctora Ortíz Bosch, solo está la oportunidad en que se subió a una tarima del PRD, vociferando a todo pulmón que la República Dominicana necesitaba un hombre machista y que macaneara, fueron más o menos sus palabras. Si este discurso excluyente de la mujer enarbolado por la doctora Ortíz Bosch se puede considerar de “nuevo ciclo” , entonces el futuro dominicano es sombrío. Pero más aún: El azteca dios Jano, el cual tiene dos caras, dice presente en el anuncio con bombos y platillos de la llamada Convergencia por un Mejor País, ya que la proclama tiene como uno de sus puntos convertir loma Miranda en parque nacional, cuando en el gobierno del PRD presidido por Hipٕólito Mejía los parque nacionales fueron reducidos en su longitud, lo que demuestra la doble moral en los planteamientos. Asimismo los convergentes hablan de erradicar la práctica del barrilito legislativo. Como una de las voceras más autorizada de esta confluencia de organizaciones políticas lo es Ortíz Bosch, resulta contraproducente que la ex vicepresidenta cuando fungió como senadora, se limitara a hacer un silencio sepulcral, al momento del senado asignar recursos entre los legisladores para una especie de barrilito con otro nombre que favorecía con asignaciones a fundaciones, etc. Se dirá que la Convergencia por un Mejor País es una autocrítica a ese comportamiento durante años, pero resulta insuficiente la autocrítica con una penitencia hecha desde un simple frente electorero. En la novela El Abuelo que Saltó por la Ventana y se Largó, del escritor sueco Jonas Jonasson, el personaje principal llega a estar en todas las etapas de la historia del siglo veinte, y a codearse con todos los personajes de la época (Stalin, Truman, Churchill, Mao, Franco, etc.). Asimismo es este agrupamiento, que como el abuelo de Jonasson, han bailado todas las músicas y en todos los salones de baile. Resulta insuficiente una proclama y hasta un programa de gobierno, mientras lo que la población perciba sea un simple deseo de terciar en las próximas elecciones con un conjunto de organizaciones agrupadas pura y simple bajo consignas anti gubernamentales. La composición de esta Convergencia por un Mejor País se asemeja a un sancocho de 7 carnes, pues en esa Babel de Discurso que de entrada le niega coherencia política, hay agrupamientos que van desde la ultra derecha hasta la ultra izquierda, exhibiendo una amalgama de pensamientos disímiles. Es indiscutible que por su dispersión ideológica y programática, esta Convergencia por un Mejor País entra dentro de ese folklore político que sin pie ni cabeza interactúa en nuestra democracia.