Aquellos tiempos del periodismo
Cuando éramos jóvenes o imberbes en el periodismo el respeto a los veteranos se tenía como una ley de estricto cumplimiento, sin tomar en cuenta si esos colegas venían de la Era de Trujillo, si prestaban servicio en alguna multinacional, si servían a los gobiernos del presidente Balaguer o si eran bebedores de tragos o mujeriegos.
En esos tiempos no se hablaba tanto de corrupción entre periodistas, aunque rumores corrían sobre comunicadores financiados por funcionarios o jefes militares, y hasta se llegó a sospechar que algunos trabajaban para la CIA de Estados Unidos o la KGB soviética.
Para merecer respeto, además de una conducta profesional decente se requería alcanzar un ejercicio profesional por encima del promedio, ya sea en la radio, televisión o prensa escrita, como también en el desempeño de las mentadas relaciones públicas a nivel oficial o privado.
La generación de periodistas de los años 70s, 80s y principio de los 90s nos involucramos en la actividad política, sin dejar de lado nuestro oficio que siempre sirvió de sustento para la familia que recién inaugurábamos, a pesar de lo cual nos ganamos el respeto de nuestros superiores en las diferentes redacciones, con muy escasas excepciones.
Todo joven periodista de esa época añoraba trabajar en Radio Mil Informando, Noti-Tiempo, Noticiario Popular, Radio Reloj Nacional, Radio Cristal, Radio ABC, o en El Nacional, La Noticia, Ultima Hora, El Caribe, Listín Diario, fuentes de trabajo con precarios salarios (igual que ahora), lo que nos obligaba a ejercer “el pluri empleo”.
Éramos merecedores del respeto de funcionarios públicos, líderes políticos y empresariales, no como regalo ni cortesía, sino porque nos ganamos esa distinción con nuestra conducta profesional, aunque el régimen ejercía presión y persecución contra la prensa y los periodistas.
En la historia política de las tres últimas décadas del siglo pasado, los periodistas no solo la escribimos a modo de crónica, sino que participamos activamente en su dinámica, ya sea en la izquierda, en el PRD, PLD, en los sindicatos o en los gremios profesionales. Esa posiblemente pudo ser la fuente o motivo del respeto que los colegas veteranos, a los que acompañamos en esas jornadas, nos dispensaron.
Hoy, el periodismo se encuentra en su peor momento, aunque deberíamos decir que esa degradación data de más de veinte años, cuando fuimos atacados y contagiados por vicios importados o generados en el medio social que dañaron el ejercicio de la política, la prensa y diezmaron conducta personal y colectiva.
En tiempos tan aciagos y cruciales los periodistas deberíamos recuperar el terreno ético y moral extraviado, para lo que se requiere de un ejercicio autocrítico que incluya a los maestros, también aguijoneados por el veneno de pasión y la ambición. Esta es una profesión digna que debe ejercerse con entereza.
JPM
Rebuzna, rebuznador de la pandemia plaga palaciega del danilogatos
Este prostituta de la corrupcion parece que tiene los dias contado, con la botella del PLD,esta tratando de curarse ante la despedida de su corruptor. Como periodista carece de credibilidad, porque se dedico a vivir de la corrupcion
Comienza por ti, date ese baño moral con ese cloro que tanto aludiste hace apenas unos años atrás. Te canta y te llora después de haber caído rendido ante la degradación y prostitución ética y moral acentuada de manera vergonzosa en estos 8 años de gobierno danilista donde sólo se necesita crear una «S.R.L» para cobrar millones de pesos. La forma corrupta mediante la cual se les han regalado miles de millones de pesos a Uds cuyo única labor es defender, alabar, tergiversar, confundir, tapar al peor político y su plaga que ha actuado para dañarlo todo. Incluyendo la destrucción… Leer mas »
¡ Héctor Excelente Comentario !
No hay razón para agregarle mucho más, solo que la esencia de esta admisión, dice mucho acerca de la personalidad de un individuo, en el entendido que somos humanos y cometemos errores. Cuando dice los periodistas deberíamos recuperar el terreno ético y moral extraviado, también aguijoneados por el veneno de la pasión y la ambición, está hablando de lo más profundo de una Alma que quiere vivir en paz con el mismo, su familia y el mundo.