Antídotos para los graves males de los ayuntamientos

El Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), por medio de varios trabajos formulados por su dirección técnica, ha querido hacer al país algunos aportes puntuales sobre el tema de los Ayuntamientos, su funcionamiento y los gravísimos problemas que les afectan, éste está dedicado a la Ley 176-07, que es la que actualmente rige nuestros Ayuntamientos, la cual la calificamos en el CRD, como la Ley de los alcaldes y las alcaldesas. ¿Por qué afirmamos esto? Porque dicha Ley, a diferencia de todas las anteriores que regularon la vida municipal y que asignaban un rol más efectivo y activo a los Concejos de Regidores, quita la mayoría de funciones a dichos Concejos y convierte a los alcaldes y alcaldesas en funcionarios que tienen poder absoluto sobre el manejo de las Finanzas Municipales. Si bien los Concejos Municipales tienen la facultad de aprobar los presupuestos, cada año, una vez se les hacen entrega a los alcaldes y alcaldesas de los mismos, éstos los manejan a discreción con sus tesoreros y encargados de nóminas y financieros y el rol que les toca a los Concejos de Regidores es puramente de supervisor y de una forma muy relativa. Las Leyes derogadas les asignaban un poder de virtual contralor a los Concejos de Regidores, función que ejercían a través del presidente de los Concejos que tenían dentro de sus atribuciones, la función de firmar todos los libramientos de todos los cheques que emitían los Ayuntamientos. Esa Regulación desapareció con la Ley 176-07 y los alcaldes y alcaldesas quedaron con las manos sueltas para operar libremente. Otras Debilidades en los Controles: La Liga Municipal Dominicana antes ejercía un importante control sobre los Ayuntamientos a través del Departamento de Inspección que realizaba auditorias periódicas a las operaciones de los Cabildos. Esta función también desapareció con la nueva Ley y hoy la Liga no es más que una Institución que carece de un rol real y efectivo y cuyas funciones es puramente protocolar y política para mantener parte de la enorme burocracia partidaria que vive del erario público. Tradicionalmente la Contraloría General de la República mantenía una práctica bien sistematizada de realización de auditorías periódicas a los Ayuntamientos del País. Estas auditorías eran muy estrictas y constituían un verdadero freno y control en las operaciones de los Ayuntamientos, eran muy temidas y sus recomendaciones acatadas por los Síndicos y Funcionarios Municipales. Esta práctica se perdió y en la actualidad todos los controles se han pasado de manera principal a la Cámara de Cuentas. No queremos restar méritos a las auditorias de esta Institución, pero todos sabemos que la misma por buenas intenciones que tenga y aunque sus roles están muy bien definidos, carece de los recursos materiales y humanos necesarios para hacer auditorias periódicas, además que tiene que atender el enorme aparato del Estado en su totalidad y conocemos las “consideraciones” de tipo político que allí se practica. Podemos citar muchos casos de Ayuntamientos que no han sido auditados en los últimos diez años. Después de la Ley 176-07 afirmamos sin ningún tipo de restricción que el despilfarro y el boato sin control se han incrementado de manera exponencial en muchas Alcaldías de nuestros municipios. Por qué, si cuando los Ayuntamientos en su conjunto apenas manejaban un poco más deDoscientos Millones de pesos al año, que era el presupuesto que se manejaba a través de la Liga Municipal Dominicana en los años noventa hasta la promulgación de la derogada Ley 17-97, sí existían todos los controles antes citados no entendemos por qué, ahora existe tanta flexibilidad en el manejo de los presupuestos Municipales que ya bordean los Veinte mil Millones de pesos al año, con la aplicación de la Ley 176-07. No es una casualidad que a partir de la promulgación de la citada Ley es que se han producido más escándalos por denuncias de irregularidades en los Ayuntamientos. Esto es debido a que hoy los Ayuntamientos cuentan con muchos recursos, mucho poder concentrado en las Alcaldías y pocos controles sobre las decisiones y ejecutorias de los alcaldes y alcaldesas. Hay que modificar la Ley En el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), entendemos que llegó el momento de hacer profundas modificaciones a la Ley 176-07, pues la misma les quitó funciones vitales a los Concejos de Regidores, otorgándoles el control absoluto de las finanzas municipales a los Alcaldes y de igual manera, el Comité Ejecutivo de la Liga Municipal Dominicana, pasó a ser controlado por los Alcaldes Municipales. Desde la fundación de la Liga Municipal Dominicana su Comité Ejecutivo estaba constituido por Delegados Representantes de los Concejos de Regidores de Ayuntamientos de diferentes Regiones del País. Al pasar estas atribuciones a los Alcaldes y darle a éstos la potestad de designar al incúmbete de la Secretaria General de la Liga Municipal Dominicana, pasaron a constituirse en Juez y parte, por lo que afirmamos que esta es la Ley de los Alcaldes. El comportamiento muy solidario que ha exhibido la Liga Municipal Dominicana y FEDOMU respaldando sin ningún tipo de restricción a algunos Alcaldes que se han visto envueltos en escándalos por denuncias públicas de irregularidades en la Administración Municipal, se explica en lo que hemos tratado en el párrafo anterior. Más que mantenerse al margen y dejar que la justicia investigue libremente y actúe en consecuencia, se ha convertido en acompañantes efectivos de los Alcaldes cuestionados. Qué señal están enviando estos funcionarios a los demás Alcaldes del País. Hay muchas otras cosas que deben ser cambiada en dicha Ley y para ello debía acudirse a Instituciones como los organismos acreditados de la Unión Europea, la USAID-RD, el PENUD e instituciones de la Sociedad Civil Dominicana para que se elabore un proyecto consensuado con la FEDOMU y la Liga Municipal Dominicana, además del liderazgo Político Nacional, para que se someta al Congreso Nacional una Ley de Municipios moderna que sea capaz de potenciar lo institucional sobre el poder personal que hoy exhiben los Alcaldes Municipales al amparo de la actual Ley. La pregunta es ¿quién tomará dicha iniciativa? ¿El presidente Danilo Medina, las cámaras legislativas, FEDOMU o la Liga Municipal Dominicana?. Como bien lo sugiere el CRD, se impone tan vital y urgente cometido, para la solidificación y saneamiento que ameritan nuestros ayuntamientos, para lo cual el actual estilo de Gobierno Municipal que existe en la Unión Europea, los Estado Unidos y en muchos países Latinoamericanos, podrían ser el punto de partida a tener en cuenta para dichas modificaciones, que deben incluir un cambio en la forma de elección de los Alcaldes Municipales, para que éstos sean designados por los Concejos de Regidores electos, al estilo como se designaba el Secretario General de la Liga Municipal Dominicana.

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