Academia de Ciencias sugiere 5 mil pruebas diarias de Covid  

«La Comisión de Ciencias de la Salud de la Academia de Ciencias, apoya de forma contundente el mantenimiento de la Fase II, en la desescalada de la intervención en torno a la pandemia de COVID-19.

Ha sido una desescalada económica y laboral que ejecuta el gobierno, no una desescalada, que surge del comportamiento epidemiológico de la pandemia. Los casos de COVID/19, aparecen con el aumento en el número de pruebas realizadas. A mayor número de pruebas RT-PCR, mayor número de casos. Es fácil observar el crecimiento continuo de la infección, a ritmo exponencial, y el aumento significativo en el número de casos a partir de la apertura económica y laboral provocada por la apertura de la FASE II.

El débil sistema sanitario nuestro se colapsa fácilmente, y de hecho, en muchos aspectos de la calidad de la atención sanitaria, el colapso era evidente aún antes de la detección del primer caso de COVID-19 a principio de marzo del año que transcurre. El incremento del número básico de reproducción del COVI-19 es preocupante, y no sólo se trata de que la población del Gran Santo Domingo y resto de las grandes ciudades, le haya perdido el miedo a la infección, sino que debemos ponderar las complejas interacciones sociales de la población de escasos ingresos, de trabajadores informales, de chiriperos, empleados del transporte; en fín, de una gama interminable de oficios y personas, que se han visto obligados a salir, porque las necesidades hacia el trabajo y la supervivencia, están por encima de la situación provocada por la pandemia.

RECOMENDACIONES

 El gobierno en todas sus instancias, sobre todo en las instituciones vinculadas directamente hacia la intervención en materia de la pandemia, ha hecho muy bien en detener la desescalada en la FASE II, decisión que nuestra Academia apoya, pero debe enfocar la intervención, teniendo de fondo, las mejores evidencias científicas existentes y retomando las experiencias exitosas de otros países. En ese contexto, hacemos las siguientes recomendaciones:

1.-Que la intervención comunitaria enfatice en el distanciamiento físico, el uso de mascarillas validadas y la higiene frecuente de las manos.

2.-Vigilar de forma continua el  cumplimiento de las medidas de distanciamiento físico, sobre todo, respetando el  aforo en el transporte público y privado.

 3.-Disponer y facilitar alcohol-gel y mascarillas quirúrgicas, todos los días, en los lugares donde se aglomeran las personas (paradas de carros, buses, metro, teleférico, mercados, bancos, supermercados, oficinas públicas, otros…).

4.-Un aumento en el número de las pruebas diagnósticas  (RT-PCR), es mandatorio, si queremos detectar un mayor número de casos, para llegar al punto álgido de la epidemia (“acmé), lo más pronto posible. Recomendamos la realización de unas 5,000 pruebas diarias. A partir de esto, debe existir un equipo humano capaz (MSP/SNS) para dar seguimiento domiciliario a los nuevos casos. El Estado debe facilitar a las familias que lo requieran, los recursos mínimos, para que permanezcan en aislamiento domiciliario por un período nunca menor a dos semanas.

5.-Dejar fuera toda intervención carente de evidencia científica, tales como: Fumigación, rociado de compuestos en calles, callejones, aceras, basados en amonio cuaternario  e hipoclorito de sodio.  Ambos compuestos: hipoclorito de sodio y amonio cuaternario, tienen  su indicación específica como desinfectantes de bajo nivel y de nivel intermedio respectivamente, en el medio hospitalario. De igual forma, dejar de utilizar  túneles sanitizantes. Invertir los recursos en las intervenciones que cuentan con evidencia científica o con una fuerte racionalidad.

6.-Evitar el colapso definitivo de la parte asistencial del sector salud. Es mandatorio el crear las condiciones para no falten las camas de hospitales de cara a la atención integral del paciente grave con  COVID-19, con especial énfasis en las unidades de cuidado intensivo.

7.-Ponderar el uso de la hidroxicloroquina: para esto convendría formar una Comisión multidisciplinaria (infectólogos, clínicos, epidemiológos, farmacéuticos, investigadores, otros…), capaces de revisar los antecedentes en torno al uso de este medicamento, con la finalidad de formular recomendaciones precisas y documentadas.

8.-Un aumento moderado de las muertes por COVID-19, expresa un aumento de casos graves, situaciones que saturarían inmediatamente nuestro deficitario sistema de atención sanitaria. Debe valorarse, la posibilidad de abrir nuevos espacios para la atención médica puntual (atención primaria, integración de clínicas privadas con unidades de cuidados intensivos completas, selección y entrenamiento de personal…).

9.-Lograr la integración de nuevos miembros (capaces, independientemente de su postura científica) a la Comisión de Alto Nivel de Coronavirus.

 10.-Creación de la Mesa de Crisis en el Ministerio de Salud, con el objetivo de recomendar las mejores intervenciones a partir del estudio, comportamiento epidemiológico y seguimiento de la pandemia del COVID-19,

11.-Fortalecimiento de las capacidades globales y específicas, hacia la atención sanitaria del Servicio Nacional de Salud.

12.-El Ministerio de Salud Pública, el Servicio Nacional de Salud, tienen una evidente prioridad en torno a la pandemia del COVID-19; se les recuerda que no deben olvidar la existencia de otras enfermedades infecciosas, neoplásicas, crónicas y degenerativas, entre otras, las cuales también son prevalentes y requieren de atención inmediata

josepimentelmunoz@hotmail.com