Productos dominicanos de calidad
El reciente informe dado a conocer por el Banco Central acerca del comportamiento de la economía dominicana en medio de la pandemia que afecta al mundo, arroja luces oportunas sobre la reactivación que ya exhibe nuestro aparato productivo.
Ello se suma a la dinámica certera emprendida por el presidente Abinader, destinada a relanzar el estratégico sector turístico mediante gestos elocuentes como las visitas giradas a la preterida región Enriquillo del Sur profundo y a varios polos claves en la costa Norte y el Este. Y con la adopción de acciones concertadas con hoteleros, bancos y tour operadores para motorizar el turismo interno familiar. A fin de habilitar progresivamente nuestra industria del ocio para recibir los futuros flujos internacionales de visitantes.
Los datos del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) del BC, compilados al mes de agosto del 2020, evidencian el significativo incremento de las remesas de nuestros compatriotas, que alcanzaron US$5,072 millones en los primeros ocho meses del presente año, una cifra récord en la última década. Asimismo, revelan el notable desempeño de la agropecuaria, que registró una tasa positiva en la variación interanual de 4.6%. En medio de la calamitosa situación recesiva de la actividad productiva provocada por el Covid-19, conviene saber que la caída de las manufacturas locales ha sido de 4.9%, situándose por debajo de la tasa de -8.4% que marca el conjunto de la economía.
Algo nos dicen estos datos respecto a los niveles de seguridad alimentaria que hemos logrado, pese a ser la nuestra una economía bastante abierta, casi anexa a la norteamericana, con la cual mantenemos un fluido intercambio en el marco de libre comercio del tratado DR-CAFTA. Habida cuenta que EEUU es un verdadero gigante en la producción de alimentos.
Un simple recorrido por las cadenas de supermercados nos permite aterrizar las afirmaciones anteriores y comprobar su certeza
ARROZ
Al ingresar a estos recintos, nos topamos en pasillos, góndolas y satélites de ofertas con el arroz, considerado el segundo alimento a nivel mundial luego del trigo, un renglón básico en la dieta de la mitad de la población del planeta. China y la India son los mayores productores de ese sano cereal, seguidos de Indonesia y Bangladesh. Durante las primeras décadas del pasado siglo XX lo importábamos en grandes cantidades desde Siam, China, la India británica y la Indochina francesa, representando a finales de los 20, el 8% de los valores importados. Hasta que aprendimos a cultivarlo en nuestras tierras bajas dotadas de riego por canal, desarrollando una red de factorías para su procesamiento. Gracias a la voluntad de autoridades visionarias, a los aportes de técnicos extranjeros y al asentamiento de colonias agrícolas experimentales
Entre los hitos del desarrollo de la producción de arroz en el país, se consigna la iniciativa del ingeniero y empresario belga Louis Bogaert, quien a fines de 1918 habría construido un canal en Mao para aprovechar las aguas para la siembra bajo riego de este cereal, acción replicada en 1923 por una Junta de Regantes. En 1926 Horacio Vásquez impulsaría los sistemas de irrigación y la introducción de nuevas variedades. Durante la Era de Trujillo, la superficie cultivada registrada en 1935, 26 mil hectáreas, duplicaría 5 años después, a 52 mil hectáreas. En 1962, con la instalación de la Estación Experimental de Juma por el Consejo de Estado, se fomentarían variedades de mayor rendimiento, con apoyo técnico de Taiwán.
Hoy se nos considera autosuficientes en la producción de arroz. Las factorías nacionales rinden merecido tributo a las preferencias alimentarias de los dominicanos que han adoptado este renglón como parte esencial de la llamada “bandera nacional” (arroz, habichuela y carne de res guisada, ahora con variantes de pollo y cerdo).
Bisonó, La Garza, Pimco, Campos, El Molino, Dos Pinos, Don Andrés, Santa Cruz, Don Antonio, Don Colá, San Rafael, Sol, Broguel, son algunas de las marcas que llenan las góndolas de nuestros principales supermercados y compiten entre sí con atractivas ofertas especiales. En empaques plásticos de 1 a 10 libras y en sacos de polipropileno de 20 a 100 libras.
Se estima que más de 250 mil actores, entre productores, procesadores, comercializadores y otros empleos directos e indirectos, se hallan asociados al complejo del arroz en el país. Para garantizar que el cereal, suave y graneado, llegue presto a la mesa de los comensales, ya como el cotidiano arroz blanco, ora a manera de moros y cristianos, en locrio reluciente de arenque, pollo o tocino, en forma de asopao o quizás salido del wok chino convertido en chofán.
Claro, algunos arroces importados también aparecen arrinconados para satisfacer gustos más exclusivos, como el caso del basmati de la India, bajo la marca Royal o Goya en saquitos de 11 libras. O el Vigo para la rica paella valenciana y el Canilla dorado parbolizado. Gustos de minorías.
ACEITE.
Para la cocción de ese arroz nuestro de cada día, el súper nos presenta los aceites vegetales hoy en boga. Criollos, Crisol de soya, Crisol Mas de canola, Mazola en opciones maíz, canola y soya, Deleite Manicero de girasol, todos de Mercasid. La Fabril de Santiago coloca a nuestro alcance La Joya 100% de soya, Special de palma, Bella de soya y Sol de Oro de soya y oleína. César Iglesias tiene sus aceites de soya El Gallo y El Gallego, así como de canola y de oliva marca El Sol. El aceite Wesson, fabricado en Chicago, figura en los escaparates como alternativa.
Todavía se consigue el emblemático aceite de oliva Figaro, conocido entre la gente de antes como el “aceite verde” de la latita rectangular, fabricado entonces en Sevilla por Bruguier y Trujillo, que hoy envasa localmente Mercasid. Esta marca hace coro a los importados españoles Borges, Carbonell, Ybarra, Rafael Salgado, Coosur, y a los italianos Colavita y Monini, empleados para aliñar ensaladas y dar un toque de lustre saborizado a las pastas.
Las nuevas generaciones ignoran que cocinábamos antaño con manteca de cerdo criolla e importada de EEUU. El uso de aceites vegetales en los calderos nacionales está históricamente relacionado con la Sociedad Industrial Dominicana (SID), fundada en 1937 por Jesús Armenteros Seisdedos y José María Bonetti Burgos. Los aceites de maní Manicero y Fundador abrieron el gusto del consumidor hacia nuevas alternativas consideradas más saludables que la manteca, con empleo de materia prima cosechada en nuestros campos. Luego la Manicera, como popularmente se le conociera a esta pujante empresa, incursionaría en el aprovechamiento del maíz, la soya, el girasol y la canola para la producción de aceite. Y en la siembra de palma africana.
Para acompañar este arroz encontramos en bolsas plásticas de 800 gramos, las habichuelas La Sanjuanera, de Procesadora de Granos Maguana, Giselle, de Comercial Agrícola Sanz, Don Rodrigo, de Casa Rodríguez, junto a las “marcas blancas” (Líder, Firstclass, Gold) de los propios súper. Rojas, negras, blancas, pintas, Jacomelo. También guandules, garbanzos, lentejas y arvejas. Enlatadas precocidas, las hallamos etiquetadas por La Famosa, Linda, Victorina, Jajá y Goya, empresas claves en la granería dominicana que también envasan maíz dulce.
HABICHUELAS Y PASTAS
Pero las habichuelas no se cocinan solas. Una amplia gama de sazonadores e ingredientes industrializados le hacen la corte. Sazón Ranchero de Baldom, El Cocinero de Mercasid, Constanza de Constanza Agroindustrial. Sopitas Maggi de Nestle, Doña Gallina de Quala, ajo en pasta Constanza, pasta de tomate Victorina (“el sabor que me fascina”). Goya, con su planta en San Cristóbal, despliega productos como Recaíto de cilantro, Sofrito de tomate, pimientos verdes, especias, cilantro, cebolla y ajo.
Las pastas, un manjar nutricional mestizo con raíces en la China milenaria y en el Mediterráneo, en especial Italia que lo adoptó en su matriz culinaria y lo aportó al mundo con sus diversas y coloridas maneras de mesa, se ha convertido aquí en sucedáneo del arroz y de las viandas criollas. La marca tradicional Milano, de Malla y Co., que desarrollaran en el gusto local los empresarios Pedro Malla y Chaly Lubrano, es ahora manejada junto a la Ricos por Molinos Modernos.
Compite con los productos Del César y Alianza de César Iglesias de San Pedro de Macorís y Princesa del grupo BOCEL de Santiago, las opciones locales a las importadas Gallo, Barilla, Zara, Ronzoni, Delverde, DeCecco, Mueller´s. En mis años mozos, los espaguetis canadienses Catelli trazaban la pauta.
Estas pastas suelen acompañarse con salami nacional. Induveca es un coloso en el ramo de embutidos: Súper Especial, Estelar, Don Pedro, Naranjal, aparte de salchichas, jamones, jamonetas y longanizas. Sigma Alimentos Dominicana elabora en Santiago los cárnicos de la prestigiada marca Sosúa que desarrollaron los judíos en los 40, junto a Checo y FUD. Figuran los Chef de Villa Mella. Productos Alimenticios del Caribe con Stefanutti, en Haina. Central Romana fabrica la línea Higüeral.
Desde 2015 Industria Cárnica Nacional (INCARNA), un proyecto industrial de criadores de cerdo, hace en La Vega salami marcas Monte Frío, El Español y Alegría, así como otros embutidos. En 2017 surge en el mercado Nutriciosa con embutidos de calidad superior, así como chuleta y lomo de cerdo ahumados, masa de costillita y tocineta ahumada. De su lado, los súper Bravo han lanzado un excelente salami 100% carne y el Grupo Ramos otro, Del Artesano, con creciente reconocimiento.
Las granjas de pollo y huevos han alcanzado cifras récord, viéndose afectadas por la pandemia, al grado que en abril del 2020 se anunció un excedente de 12 millones de libras de pollo congelado según Asopollon. La leche y los lácteos por igual. Rica con sus líneas líderes, Induveca con Parmalat, La Granja del grupo Corripio, Monte Leche de los ganaderos de Monte Plata -que también producen Líder para CCN y Gold para Lama- son muestra de vigor industrial.
Y algunos dicen todavía que no producimos nada.
JPM
lic,, castillo, se produce de todos. pero cual es el gran problema la calidad de nuestra alimentacion,, que esta relacionada con la educacion de un pueblo,,,por ejemplo. la alimentacion europea es muy diferente as los dominicanos y eso hace tiempo usted lo sabe.. castillo.. no falta tódos. relacionado con la calidad.. calidad,, de la alimentacion,,y eso hace tiempo que usted lo sabe.. respicto.. sea lic castillo el ****.