Hay que tomarle las señas a Leonel Fernández frente a Danilo Medina

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EL AUTOR es periodista y abogado.

Quien conoce al expresidente Leonel Fernández Reyna sabe muy bien que es una persona de una peculiaridad e intensidad individual de afectos psíquicos y estructura dominante. Es la manera natural con que  éste interactúa con el entorno.

Leonel es un individuo tranquilo, sereno, que nunca se alarma y casi nunca se enoja. Sin duda alguna es la persona con la cual es más fácil llevarse y es, por naturaleza, el más simpático de los temperamentos humanos.

Sin embargo, una vez que su interés ha sido despertado, resuelve poner manos a la obra. Sus capacidades de calidad y eficiencia se ponen de manifiesto. No procura ofrecerse voluntariamente para ocupar determinada posición, pero cuando se ve obligado a ocuparla, da muestras de ser un líder sumamente capaz.

De todo lo anterior podemos decir que el hombre de Villa Juana en estos momentos tiene sus aprestos de llegar al solio presidencial, pero él mismo en su interior vive haciendo análisis retrospectivos acerca de lo que ha sido su paso y manejo con las estructuras del Partido de la Liberación Dominicana.

Leonel sabe muy bien que fue muy llevadero en sus gobiernos, y eso es lo que le ha generado un gran costo político, el hecho de haber delegado en sus gobiernos a una persona de un estigma social permeado por un entramado de corrupción, acciones  que contrastan con los principios que dieron origen al partido que lo llevó al poder.

Danilo Medina, su gran colaborador y estratega, encargado de campaña; pero con visión presidencialista, nunca se apartó de la idea de que para mantener el PLD en el poder había que tener muy en cuenta desde el gobierno los principios que dieron origen a esa organización política. Un norte a seguir: completar la obra patriótica que iniciaron los trinitarios, el respeto a la dignidad humana, la justicia social, consciente de que un gobierno del PLD tiene que ser contrario a las prácticas individualistas, populistas y conservadoras que predominaron en la República Dominicana.

Es de bien saber que hubo personas en los gobiernos de Leonel que hicieron hasta más no poder para separar a Danilo Medina de Leonel, hasta lo forzaron a abandonar el Ministerio Administrativo de la Presidencia aquella vez que Leonel faltó a su palabra cuando dijo que le apoyaría en el 2008, y no fue así. Todo lo contrario; Leonel le dijo a Danilo que «el que quiera una silla que se buscara un cajón, porque la que hay es del León”.

Persiguieron a los danilistas, sometieron a la justicia, sonsacaron algunos y a quienes se fueron del lado del leonelismo le dieron mejor posición en el gobierno,  a quienes no se doblegaron le levantaron expedientes con campañas mediáticas. Es el caso del hoy embajador en  Colombia, ingeniero Antonio Ramirez,  para quien solicitaron una condena de 20 años en base a un expediente vacío y sin pruebas, orquestado desde la misma Procuraduría General de la República, solo por ser danilista. Y Danilo aguantando callado, con la paciencia de Job.

Hoy se desatan muchos demonios en contra de Danilo Medina a lo interno de la corriente de Leonel Fernández. Le dan armas a la oposición para atacar continuamente a Danilo, hacen pactos tras batidores, desacreditan las buenas ejecutorias del Gobierno del PLD. Los grandes enemigos que tenía Leonel en la oposición hoy pasan a ser enemigos de Danilo Medina.  “Leonel es un Santo” y “Danilo es un Diablo”. Solo basta ver las redes  y grupos donde los perremeistas coinciden no casualmente con los leonelistas. ¿Es correcto eso?, ¿Es o no eso traición?.

Es de saber que en corrillos se planifican asuntos macabro hasta llegar al colmo de pactar con Luis Abinader si Danilo opta por un tercer mandato, de forma trasbatidora,  con el desmedido propósito de asesinar política y moralmente a Danilo Medina en caso de que éste ejerza sus derechos a la igualdad como prescribe el artículo 39 de la Constitución Política del Estado.

Es importante recordar al sector Leonel Fernández que esa práctica es vieja, dañina y nociva, la empleó Jacobo Majluta y no llegó a la presidencia, pero si destruyó política y moralmente al doctor Salvador Jorge Blanco cuando se alió a Balaguer en el año 1986.

Esas y otras razones son las que han impedido que el sector Danilo se una a Leonel, no obstante ser Danilo Medina Sánchez el líder mejor valorado de la política dominicana en la actualidad, el cual sin duda alguna tiene garantizado el triunfo del PLD.

De manera que la sociedad dominicana y los peledeistas tendrán que decidir entre la malicia del leonelismo de sacar del Poder a Danilo Medina Sánchez, el presidente mejor valorado de Latinoamérica,  o dar paso a Leonel Fernández corriendo el riesgo de no ganarle a Luis Abinader o que vuelva Félix Bautista, Díaz Rúa,…y sus grupos; en una situación donde un miembro del Comité Político del PLD, un Senador o un Diputado no valga nada,  tal y como aconteció en los gobiernos de Leonel.

El PLD tendrá la última palabra.

sp-am

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