El más apremiante e irritante problema que confronta la población 

Las dos últimas medidas anunciadas por el Presidente Luis Abinader son, a no dudarlo, acertadas, progresistas, de envergadura y, como cada gol en un partido de futbol, no exentas de riesgo.

Nosotros, los que somos parte de Rescate Democrático, y muchos otros buenos dominicanos que aun no lo son, habíamos criticado acerbamente las exenciones fiscales por impuestos a los combustibles concedidas a grandes corporaciones con una pérdida anual de ingresos estimado para el Estado dominicano  en mas de 20 mil millones de pesos y habíamos reclamado en consecuencia el desmonte de dichas exenciones. Habíamos afirmado que este era un requisito de cualquier reforma fiscal.

De las bancas de apuesta, de los juegos de azar y de las trampas en la propia Lotería Nacional no hay mucho que decir puesto que la opinión pública sabia de estos desmanes, aunque acaso no tenía idea clara de los montos involucrados y de como estos fraudes producían miles de millones de pesos mensuales una parte de los cuales ha alimentado a políticos y funcionarios y también ha servido extensamente para lavar fortunas procedentes del narco tráfico.

Las dos medidas anteriores, sin duda alguna acercan de nuevo al Presidente al corazón del pueblo que lo eligió y aunque faltan otras, no es justo esperar por esas para extenderle un reconocimiento merecido y justo.

Ahora bien y pongan atención: al retirar las exenciones a varias de estas grandes corporaciones el Presidente simplemente hace justicia al país, pero aquellos la toman como una medida que los golpea y contra la cual están posicionados.

Por otro lado, al regular las bancas y reglamentarlas, el Presidente claramente trata de poner orden, reducir la evasión fiscal, combatir el lavado de dinero y suprimir o reducir las fuentes ilegales de financiamiento de proyectos políticos.

Enojar a las corporaciones y al mismo tiempo golpear las bancas plantea el peligro de que uno y otro hagan alianza, aunque no suelen comunicarse ni andar juntos ni compartir en sociedad. Son dos decisiones tan valientes como transcendentales que provocan un CAMBIO REAL en la relación histórica de esos sectores con la política y el poder… CAMBIO, el slogan de su campaña, se vuelve ejecutorias de gobierno…Las dos medidas tomadas por el Presidente son justas y correctas, goles para ganar un partido.

Convocar dos enemigos al mismo tiempo, tiene su riesgo. Es bueno saberlo para estar prevenido. Un Presidente que decide a favor de la justicia se merece un pueblo que dé la cara por el.

Ahora, en lo inmediato, lo antes posible, el Presidente tendrá que encarar dos situaciones, pero el mas apremiante, cotidiano e irritante problema que confronta la población: las alzas de precios y en ese sentido y en esa dirección someteremos, en las próximas 72 horas, una sugerencia en la esperanza de que contribuya a mitigar tan grave problema y evite la capitalización del mismo por parte de los enemigos de este país.