Populismo mediático: peligro para la democracia
El Populismo es un concepto ampliamente extendido entre la población. Su connotación puede variar desde lo positivo hasta lo negativo, dependiendo del contexto en el cual se encuentre inmerso el sujeto que lo emplea.
Aunque el vocablo comúnmente se utiliza para describir tendencias tanto de izquierda como de derecha, lo cierto es que pretender circunscribirlo a un modelo específico de economía política o de ideología podría ser un error.
Su característica esencial radica en la existencia de una masa disponible que no se siente representada por una élite política o económica, y un líder carismático cuyo discurso gira en torno a la «satisfacción» de los reclamos de dicha masa con soluciones simples y rápidas, muchas veces al margen de la institucionalidad.
En los últimos años se ha apreciado un mayor éxito de estos movimientos para obtener el poder político a través del voto democrático: es el caso de Donald Trump (EEUU), Andrés Manuel López Obrador (México), Gustavo Petro (Colombia), y más recientemente, Javier Milei (Argentina).
A pesar de entender que el populismo no tiene una corriente propia, todos los partidos políticos, independientemente su ideología, lo usan en mayor o menor medida como instrumento para ganar apoyo popular, y ahora más, debido a las nuevas tecnologías de la información (Twitter, Facebook, WhatsApp, Instagram), las cuales permiten llegar directamente al elector, y así mediante astucias y discursos retóricos mal infundados, lograr despertar en la población un alto índice de emotividad y simpatía.
Los populistas son conscientes de que el uso de los medios de comunicación resulta un factor importante para el éxito, por lo que dichos movimientos optaron por crear una arena discursiva paralela a la comunicación oficial de la esfera pública, a través de la cual diseminar sus ideas y promover sus propuestas demagógicas.
Con la llegada del internet, han podido acercarse a un mayor público y hacerle llegar sus mensajes, amparándose, específicamente, de las redes sociales y la comunicación digital.
Para confirmar lo anterior, tomamos como ejemplo a los países señalados más arriba, donde sus respectivos líderes remaron en favor de la corriente mediática y consiguieron hacerse con el poder contra todo pronóstico. Lo hicieron generando estas arenas discursivas alternativas mediante el empleo de las redes sociales y consiguieron su objetivo: el poder político.
Todo ello daría lugar a lo que podríamos denominar populismo mediático, un fenómeno político caracterizado por el papel determinante de las redes socio-digitales de comunicación e información para contribuir al ascenso de liderazgos carismáticos que se sustentan en narrativas basadas en las fake news, la desinformación y la post verdad.
Los gobiernos que llegan de esta manera al poder, tienden a realizar reformas estructurales de fondo al Estado, sin consultas previas, generando confusión y discusión en el país, puesto que los procesos que han existido en gobiernos anteriores les han impedido cumplir con sus improvisadas prerrogativas gubernamentales.
El paso de la democracia representativa que posibilita la participación de grupos minoritarios en la vida pública, a una democracia sin ataduras y sin control es, sin dudas, una regresión a un mundo político autoritario y despótico, que había sido superado ya.
El riesgo con los fenómenos populistas es que en los países surjan sentimientos apolíticos, manifestados en la negación hacia los políticos, y por ende, a la negación a la institucionalidad, pues el poder que se podría concentrar en una sola persona o grupo de personas, cambia en definitiva el sentido democrático de un país.
Es así, que ante los nuevos populismos mediáticos que están surgiendo en el mundo, los cuales expresan unos sentimientos de individualismo y desprecio a lo político, se debe prestar mucha atención y apostar, ante todo, a los principios, valores e intereses que expone en esencia la democracia.
jpm-am

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Conservator artículo como debe ser proviniendo de un dominicano.
Genio literario, entonces desarrolla el tema tú en otro artículo y no critiques sin base alguna.
Feliz tu demuestras que eres un conservador al que le molestan las opiniones ajenas criticas y con apego a la verdad. Ese articulo esta chorreando ideas conservadoras y falta de conocimiento de la realidad antitetica. Está mezclando todas las tendencias ideológicas en ese articulo.